El estudio, que ha analizado el aumento de peso de 206 personas de la Comunitat Valenciana entre 1994 y 2004, ha sido publicado en el último número de la revista "Obesity", publicación que se sitúa entre las de mayor impacto científico en nutrición y obesidad, han informado fuentes de la universidad.

El grupo de investigación de Epidemiología de la Nutrición que dirige el profesor Jesús Vioque de la UMH ha analizado la relación existente entre la ganancia de peso y la ingesta de frutas y verduras en 206 adultos entre los 15 y los 80 años.

Estas personas participaron en la Encuesta de Nutrición y Salud de la Comunidad Valenciana realizada en 1994.

Diez años después, los investigadores Jesús Vioque, Tanja Weinbrenner, Adela Castelló, Laura Asensio y Manuela García de la Hera contactaron con los 206 voluntarios, a quienes pesaron y tallaron de nuevo, y evaluaron su dieta y estilos de vida actuales.

El estudio reveló que los participantes tuvieron una ganancia de peso de media de 3,41 kilogramos en los diez años.

Para la investigación, los especialistas dividieron a la población en cuatro grupos de igual tamaño, según su nivel de consumo de frutas y verduras, desde el grupo de menor consumo, cuya ingesta no superaba los 362 gramos al día (menos de tres unidades), hasta el grupo de mayor consumo, que tomaba diariamente más de 698 gramos de frutas y verduras (más de seis unidades o piezas).

Además de la dieta, los investigadores tuvieron en cuenta el efecto de otros factores considerados de riesgo para ganar peso, como el ejercicio físico, el índice de masa corporal, el tabaco y el alcohol, así como el sexo de los voluntarios.

La investigación puso de manifiesto que los que solían tomar menos frutas y verduras diarias tuvieron 4,5 veces más riesgo de tener ganancias superiores a los 3,4 kilos de peso en los diez años del estudio, frente a los que consumían más frutas y verduras.

Vioque ha explicado que, aunque hasta hace poco se pensaba que un consumo elevado de grasas era responsable de la aparición de la obesidad, este estudio apoya que una ingesta pobre de frutas y verduras puede ser tan o más importante que un consumo elevado de otro tipos de alimentos.

Fuentes de la universidad han precisado que el papel de la dieta a largo plazo y el de grupos de alimentos concretos, como las frutas y verduras, ha sido escasamente estudiado en población mediterránea como la del estudio.