Envuelta en diferentes proyectos internacionales junto al Solis String Quartet, hacía seis años que Achinoam Nini -su verdadero nombre- no publicaba álbum con temas nuevos en España.

Ahora su vuelta es fiel a la particular fusión de sonidos que le ha dado la fama en todo el mundo. "La idea de este disco es la de mi música en sí, es el proyecto donde se hace más evidente la mezcla entre mis raíces yemeníes, mi infancia en Estados Unidos e Israel, donde nací", confiesa a Efe la cantante.

Noa asegura que esta colección de canciones es "una búsqueda de los valores familiares, porque llega un momento en la vida, normalmente cuando vives la maternidad, en que necesitas avanzar y sólo lo consigues sabiendo realmente de dónde vienes".

Por eso la cantante explica que para encontrar la inspiración no sólo ha revisado los álbumes familiares y charlado durante horas con su madre y con su abuela sobre su historia, sino que ha metido a parte de la familia en el estudio.

Tomando como inspiración las canciones tradicionales de Yemen y la historia de su propia familia -que en 1902 inició una larga travesía de dos años a pie desde su país de origen hasta Israel-, Noa ha puesto letra a doce temas que interpreta en inglés, hebreo y yemení.

"El inglés es el idioma en el que canto más cómoda, el hebreo es el puente que lo une todo pero, aunque no hablo yemení y nunca he estado allí, he sentido algo muy fuerte cuando mi abuela ha cantado en su idioma natal. Todos forman parte de mí y no podía renunciar a ninguno", dice.

También así explica el título de este nuevo álbum, algo así como 'genética y vaqueros'. Una comparación con la que Noa dice mostrar sus "dos pieles: los genes, que son evidentes e intransferibles, y los vaqueros, algo universal, que forman parte de un estilo de vida".

Un modo de concebir la vida que ella tiene muy claro. Con diecisiete años abandonó Estados Unidos, donde emigró junto a sus padres, para instalarse nuevamente en Israel donde continúa viviendo y "luchando con la música para conseguir la paz", dice.

"Estados Unidos me ha dado mucho, pero no volvería a vivir allí.

Israel es complicado por los conflictos políticos, pero en América estaría perdida en medio de un saco de cosas", confiesa.

Noa, que siempre ha abogado por la solución del conflicto palestino-israelí, se muestra esperanzada con el fin de este problema que "únicamente se solucionará siguiendo el Tratado de Oslo", reflexiona.

La cantante, que considera que "en las últimas décadas ha habido un pequeño acercamiento", se lamenta de la actual escalada de violencia que, según dice, está provocada porque "Hamás ha roto las reglas, en busca de poder y fanatismo".

Quince años después de que Pat Metheny la descubriera para el mundo al producir su primer disco, "Noa", ella hace un balance muy positivo de su carrera, porque considera que con su música ha sido "capaz de hacer feliz a gente de países remotos que han abierto su corazón" para escuchar sus canciones. "Es un poder y un privilegio unir culturas y religiones", sentencia.

A finales de mes la cantante iniciará una gira internacional durante la que se centrará en este nuevo disco y con la que parará en abril en España -día 3 en Logroño, 4 en A Coruña, 5 en Lorca (Murcia), 7 en Madrid, 9 en Segovia, 11 en Tolosa (Guipúzcoa), 12 en Barcelona y 15 en Zaragoza- y para la que ha trabajado por primera vez con un director de teatro con el fin de recrear "el aire de viaje que lleva impreso el disco".