Aunque existen diversas interpretaciones, el experto aseguró que "estas personas tienen delirios, se sienten perseguidos, perjudicados por los demás y creen que la gente les quiere hacer daño". Así, es común que tras un consumo frecuente de alcohol o drogas se generen delirios y situaciones violentas.

Esos delirios de celos paranoide generan suspicacias hacia la pareja, interpretaciones erróneas de los hechos y sospechas de engaños o infidelidades "que en muchos casos desatan situaciones de crisis de tipo agresivo y acaban en violencia de género". Por tanto, "las teorías confirman que esta enfermedad está inducida por el consumo de alcohol y drogas, sin bien la persona pueden tener una tendencia o predisposición que se agrava por estas sustancias", sentenció Torres.

Tal y como explicó el especialista, el consumo de alcohol deteriora la potencia sexual y esta circunstancia se suma a las inseguridades de las personas paranoicas. "Si el hombre se siente perseguido, incapacitado o perjudicado en su vida y las relaciones sexuales no funcionan se empiezan a crear sospechas y a pensar que su pareja busca lo que no tiene en otro lado, aumentando así el delirio por celos y acabando en algunos casos en situaciones de violencia hacia su compañera o compañero".