La solicitud, presentada en 2003 por dos mujeres afro-canadienses, ha dividido a la comunidad negra de la ciudad entre quienes consideran que ayudará a mejorar las notas de los estudiantes y quienes consideran que aumentará su segregación.

Según los datos del Consejo Escolar de Toronto, un 40 por ciento de los estudiantes de color de la ciudad no terminan sus estudios medios.

Los defensores de la escuela alternativa, que se concentrará en el estudio de la cultura e historia de la comunidad afro-canadiense así como el de sus países originales, recalcaron que la institución no será sólo para negros.

"No es una escuela sólo para estudiantes negros, o sólo para profesores negros", afirmó Donna Harrow, una de las dos mujeres que solicitaron en 2003 la creación de la escuela.

Harrow también criticó que la propuesta de la escuela haya sufrido un especial escrutinio.

"Hay escuelas alternativas en el sistema que nunca han tenido que pasar por este proceso", afirmó Harrow.

En Toronto existen unas 100 escuelas alternativas en su mayoría centradas en la atención a las artes y los deportes, aunque también hay una escuela para estudiantes homosexuales y otra para indígenas.

El Consejo Escolar de Toronto ya probó el año pasado clases orientadas a la población negra en varias escuelas de la ciudad.

En el centro de Brookview, donde una mayoría de los estudiantes son afro-canadienses, los profesores consideran que las nuevas clases han sido responsables de que las notas hayan mejorado y la expulsiones hayan disminuido.