La asociación ASH, cabeza visible de este grupo de presión, explicó hoy durante la presentación de su última campaña, "Por una sociedad libre de humos", que la prohibición protegería la salud de los más jóvenes y que sería el primer paso para avanzar hacia un veto total.

Según este grupo, que citó estudios científicos recientes, los menores tienen mayores posibilidades de desarrollar asma e infecciones pulmonares que los adultos, ya que aquellos tienen "ritmos respiratorios mucho más altos".

En cuanto a los efectos del humo del tabaco sobre el llamado "fumador pasivo", ASH aseguró que en un automóvil es hasta "23 veces más tóxico" que, por ejemplo, una casa o un bar.

"Preferiríamos la introducción de una prohibición total en coches al ser una práctica tan perjudicial. Pero, de momento, pedimos al Ministerio de Sanidad que prohíba fumar en coches que transporten a menores de 16 años", afirmó la presidenta de ASH, Angie Brown,

En su opinión, la Policía podría velar por el cumplimiento de la ley de la misma manera que controla el uso de teléfonos móviles en automóviles, limitado desde el pasado año al "manos libres".

Brown subrayó que Irlanda debe continuar en la vanguardia de la lucha contra el tabaquismo, después de que en 2004 se convirtiese en el primer país europeo que prohibía fumar en los lugares públicos, incluidos bares y restaurantes.

No obstante, ASH ha lamentado que otros sitios como prisiones, habitaciones de hotel, hospitales psiquiátricos, residencias de ancianos, centros detención de la Garda (Policía irlandesa) y, ahora, coches particulares se hayan librado de la prohibición.