"A pocos meses de la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín (agosto de 2008), Brown tiene una oportunidad de oro para presionar a los líderes chinos sobre problemas de derechos humanos", señaló Sophie Richardson, directora para Asia de la ONG Human Rights Watch (HRW), en un comunicado recibido hoy por Efe.

HRW pide en su carta a Gordon que exija explicaciones a Pekín sobre seis casos concretos: su falta de implantación de las nuevas regulaciones sobre libertad de prensa, el arresto del activista chino Hu Jia desde diciembre y su carencia de apoyo a la protección de los derechos civiles en la región sudanesa de Darfur.

Los otros tres aspectos son el "compromiso superficial" de Pekín de crear un Estado de Derecho, su desinterés por defender los derechos humanos en Birmania (Myanmar) y la opacidad de su apoyo a gobiernos autoritarios.

Por su parte, la agrupación defensora de los derechos de los tibetanos Free Tibet Campaign, pidió a Gordon, que visitará China del 18 al 20 de enero, que condene "la sistemática represión por parte de China de los derechos humanos en el Tíbet (anexionado por China en 1959) y en el resto del país".

Esta ONG pide además a Brown que desafíe al Gobierno chino reuniéndose oficialmente con el exiliado líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, como hicieron recientemente mandatarios occidentales como el presidente de EEUU, George W. Bush, o la canciller alemana, Angela Merkel.

Otra ONG, Chinese Human Rights Defenders (CHRD), explica en su primer informe del año que el régimen autoritario chino sigue controlando con mano dura la libertad de expresión, en especial en "nuevos medios" como internet o incluso el envío de mensajes de móvil.

En este sentido, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó de la liberación del ciberdisidente Wang Dejia el pasado 12 de enero, pero lamentó que no hayan retirado los cargos contra él por "incitar a la subversión del Estado", la acusación habitual contra presos políticos.