El Ejecutivo dejará el tema en manos de una comisión de expertos que analizará la situación, junto con representantes de la Iglesia católica, para buscar una solución de futuro, informó hoy la radio pública polaca.

"Espero que el comité de expertos encargado de analizar la cuestión encuentre una vía que convenza a las partes y elimine las dudas", explicó a la emisora el portavoz parlamentario del partido gobernante, Plataforma Ciudadana, Zbigniew Chlebowski.

La decisión del Gobierno liberal reduce el malestar de la Iglesia católica, que llegó a comparar la fecundación "in vitro" con el aborto y desató la polémica.

Las críticas de la jerarquía católica se sumaron a las del partido de los hermanos Kaczynski, Ley y Justicia, algunos de cuyos diputados llegaron a afirmar que un niño nacido a partir de una fecundación "in vitro" no tendría derecho a hacer la primera comunión.

También la izquierda polaca se sumó al debate, aunque en el sentido contrario, al criticar la tibieza del Ejecutivo de Donald Tusk y acusarle de temer a la Iglesia y de hacer pactos secretos con ésta.

Al margen de este debate, la ministra de Sanidad, Ewa Kopacz, debe hacer frente a una necesaria reforma de la sanidad pública polaca, que muchos ciudadanos consideran más urgente que la financiación de sistemas de fecundación.