"No voy a regresar a Somalia y, además, no creo que me deje regresar ni mi familia ni nadie que quiera mi integridad", dijo en rueda de prensa la cooperante, que regresó a Buenos Aires el pasado viernes tras cinco meses de trabajo en África.

Bauza Moreno señaló que aunque no se esperaba un secuestro ni lo desea "para nadie", seguirá "impulsando las tareas de ayuda humanitaria", y agregó que su "vocación sigue intacta e íntegra".

"Quiero expresar mi tristeza al saber que este hecho nos sacó de allá y nos hizo salir a todo el equipo que estaba en Bosaso. Para mí, fue muy duro y dejar a toda esa gente sin la asistencia humanitaria que tanto necesitan", dijo la enfermera argentina.

Pilar afirmó que se mantiene en contacto con la médica española Mercedes García, con quien compartió cautiverio durante una semana en la región somalí de Puntlandia donde desarrollaban labores humanitarias.

García, de 51 años, y Bauza, de 26, fueron secuestradas el pasado 26 de diciembre por un grupo de personas armadas cuando se dirigían en un vehículo de la organización al centro nutricional donde Médicos Sin Fronteras atiende a unos 7.000 niños menores de cinco años en la localidad de Bosaso.

Ambas fueron liberadas el pasado día 2 tras arduas gestiones diplomáticas, pero Bauza Moreno dijo desconocer detalles de la negociación, de cómo se logró la liberación y de las razones por las que fueron secuestradas.

La enfermera declaró que el trato físico que recibió de sus captores "fue bueno" pues les daban de comer y agua, aunque afirmó que "desde el mismo momento en que uno está secuestrado, el trato psicológico deja de ser bueno".

"Todo era incierto y todo era miedo. Siempre temí por mi vida" durante el cautiverio, añadió la cooperante argentina, quien dijo que los secuestradores "eran muchos y hablaban en somalí", una lengua que ella no comprende.

Bauza Moreno relató que durante todo el cautiverio estuvieron a la intemperie, en las montañas, y que nunca fue separada de Mercedes García.

La enfermera argentina se declaró "muy cansada" por el secuestro y por los cinco meses previos de intensos trabajos en Somalia, una labor que, según dijo, la hacía "muy feliz" y la llenaba como persona.

Bauza Moreno señaló que ahora quiere descansar junto a su familia y luego retomar su "vida normal", trabajando en lo "único" que sabe hacer, las labores de enfermería.