En su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la UCM, Fuster (Barcelona, 1943) identificó como los cinco modelos "a los que seguir" a Santiago Ramón y Cajal, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, José Luis Aranguren y el doctor Farreras Valentín.

El cardiólogo consideró el reto más importante al que se enfrenta la Universidad actual el de "cómo incentivar" a las nuevas generaciones, dotadas de "un enorme potencial" pero que viven "un periodo histórico de desmotivación".

Puso en contraste la decisión idealista de ser útiles propia de la juventud de los años 50, que personalizó en Aranguren, frente al "individualismo autosuficiente" actual, "optimista pero sin capacidad de acción".

Si la II Guerra Mundial o la Guerra Civil marcaron a su generación, el desarrollo económico determina el materialismo de la generación joven de hoy, afirmó.

Tomando como modelos la universidad de Padua de fines del XVI o la Florencia de los Mediccis detalló que la fecundidad intelectual de estos ejemplos surgió de "la motivación del entorno y para el entorno" y concluyó que las universidades tienen la responsabilidad de aportar este incentivo.

Fuster cerró su discurso con cinco consejos a los jóvenes: afrontar el futuro con actitud de aprendizaje y tesón; descubrir los propios talentos al margen de las presiones exteriores; buscar un mentor; limitar el campo de acción en un área concreta, lo que proporcionará la confianza necesaria; y ser consciente de que la felicidad radica en ser capaces de transmitir el máximo bien a quienes les rodea.

El acto de investidura fue presidido por el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, y actuó como padrino Arturo Fernández-Cruz, catedrático del Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina de esta Universidad, el departamento que propuso el doctorado del cardiólogo.

Al acto asistieron, entre otros, el presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, el presidente de Sogecable, Rodolfo Martín Villa, la empresaria Alicia Koplowitz y el director del Instituto de Salud Carlos III, Francisco Gracia.

Fuster está considerado uno de los más prestigiosos cardiólogos del mundo y recientemente ha sido nombrado presidente del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en Madrid.

Licenciado y doctorado por la Universidad de Barcelona en los años 70, se trasladó posteriormente a Estados Unidos, en cuya Universidad de Harvard fue catedrático. Desde 1994 es director de la unidad de cardiología del Monte Sinaí, el más prestigioso de Nueva York.

En 1996 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y diez años después fue nombrado presidente de la Asociación Mundial de Cardiología.

Además de ser autor de importantes libros de texto y de 400 artículos sobre afecciones de arteria coronaria es editor de una nueva revista científica, que comenzó a editarse en 2004 apadrinada por la mundialmente prestigiosa publicación "Nature".