El camarlengo de la Santa Iglesia Romana es el que se encarga de la administración de los bienes y de los derechos temporales de la Santa Sede desde que muere el Papa y hasta que es elegido el nuevo Pontífice.

En nuevo carmarlengo Bertone tiene 71 años y la unión del cargo al de secretario de Estado es considerada por los observadores vaticanos como "lógica", ya que permite al "número dos" de la Santa Sede gestionar la administración del Vaticano durante la Sede Vacante.

La actual normativa vaticana contempla que cuando el Papa muere cesan de sus cargos todos los jefes de los consejos pontificios e incluso el secretario de Estado.

Sólo permanecen el camarlengo, el sustituto de la Secretaria de Estado (el ayudante del Secretario vaticano), el penitenciario mayor y el vicario para Roma.

Con motivo de la aceptación de la renuncia, el Papa envió hoy una carta al purpurado español en la que le agradece "el celo, la competencia y el amor" con el que ha desarrollado su labor al servicio de la Iglesia universal y la Santa Sede.

Benedicto XVI le expresó su "aprecio" por la "gran dignidad" con la que ejerció su labor de camarlengo tras la muerte de Juan Pablo II, el 2 de abril de 2005 y hasta la elección de él como nuevo Pontífice, el 19 de abril de ese mismo año.

A Martínez Somalo le tocó gestionar la administración de la Iglesia en esos momentos de interregno, organizar los funerales por Juan Pablo II y el desarrollo del cónclave que llevó al cardenal Joseph Ratzinger al Solio Pontificio.

Eduardo Martínez Somalo nació en Baños de Río Tobía, La Rioja (España), el 31 de marzo de 1927 y ha sido uno de los más estrechos colaboradores del fallecido Juan Pablo II desde el inicio de su pontificado.

Es licenciado en Teología y Derecho Canónico por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma y doctor en Derecho Canónico, por el Ateneo Pontificio de Letrán.

Fue ordenado sacerdote en Roma el 19 de marzo de 1950. Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede, siendo responsable de la Sección Española de la Secretaría de Estado, nuncio apostólico en Colombia, sustituto de la Secretaría de Estado (el "número tres" del Vaticano).

En mayo de 1988, Martínez Somalo cesó como sustituto en la Secretaría de Estado del Vaticano, donde fue reemplazado por el arzobispo australiano Edward Cassidy y un mes más tarde fue nombrado cardenal (28 de junio de 1988) junto con otros 23 purpurados, entre ellos, el también español recientemente fallecido Antonio María Javierre Ortás.

Poco después fue nombrado prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

El 21 de enero de 1992 fue nombrado por Juan Pablo II prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y para las Sociedades de Vida Apostólica.

El 5 de abril de 1993 fue nombrado por Juan Pablo II camarlengo de la Iglesia católica en sustitución del cardenal Sebastiano Baggio, fallecido quince días antes.

A Martínez Somalo le tocó gestionar el fallecimiento de su amigo Juan Pablo II, algo que nunca esperaba, ya que en una ocasión le dijo al Pontífice: "espero que cuando yo muera me oficie una bonita ceremonia".

El primer rito de las exequias de Juan Pablo II, en la sala Clementina del Vaticano, lo presidio él y aunque presentaba buen aspecto físico (padece del corazón) en algunos momentos, sobre todo cuando esparció agua bendita sobre el cadáver y lo miró fijamente, se le vio muy afectado.

El cardenal español era muy apreciado por el papa Wojtyla y se dice que era el único que hacía reír a carcajadas a Juan Pablo II.