La ONG, que está siendo investigada por la Fiscalía Anticorrupción por un posible desvío del dinero de los apadrinamientos, trabaja actualmente en diez países subdesarrollados, entre ellos Guatemala, Ecuador, Bolivia, Mali, India y Filipinas, donde lleva a cabo proyectos de ayuda al desarrollo centrados principalmente en las mujeres, la población infantil y los grupos indígenas.

Bajo el epígrafe de "Las cuentas claras", la organización, que tiene su sede central en Barcelona, señala en su página web que el pasado año gestionó un total de 88,12 millones de euros, la práctica totalidad de ellos provenientes de las cuotas de los afiliados (99,3) y una ínfima proporción (0,7%) de "otros ingresos" sin concretar.

La mayor parte de estos recursos, asegura la entidad, se destinaron a proyectos de ayuda en el tercer mundo, en concreto 79,2 millones de euros, el 90% del total, mientras que tan sólo el 10%, unos 8,8 millones, se gastaron en partidas como publicidad, sensibilización o administración.

Postulada como una organización "aconfesional, apartidista y totalmente independiente", Intervida hace especial incidencia, de cara a sus socios y de la ciudadanía en general, en la transparencia de sus cuentas, y para garantizarlo, señala, se somete "voluntariamente" a inspecciones y auditorías anuales.

Así, la firma MAZARS es la encargada de revisar anualmente las cuentas de Intervida tanto en España como en el resto de países en los que trabaja, mientras que una División de Auditoría Interna controla "el buen funcionamiento y uso de los recursos en todo el mundo".

Además de los apadrinamientos, la organización obtiene recursos provenientes de donativos puntuales de la ciudadanía, del dinero recaudado por su "hucha solidaria" y de las aportaciones de empresas que desean colaborar con la entidad mediante diversas iniciativas, como las donaciones, los apadrinamientos o la compra de artículos solidarios.

Según los datos de que dispone la Fiscalía, durante los ejercicios 1999 y 2001 se habrían camuflado bajo el apartado de "gastos para apadrinamiento" más de 60 millones de dólares que, en realidad, fueron transmitidos a sociedades como "El Roure Construcciones", "Argentina Inmobiliaria" o "Enriquecidos Lácteos", cuyos responsables son, a su vez, directivos de Intervida.

La Fundación cuenta con un patronato presidido por Guillermo Mejía y un consejo rector formado por directivos de importantes empresas españolas, como Albert Pèlach, director general del Grupo Enciclopedia Catalana; Josep Lluís Bonet, presidente de Freixenet, o Herman Zurlohe, ex presidente de Unilever España.