En San Carlos Borromeo se trabaja desde hace casi tres décadas en "la atención y el servicio en el ámbito de la marginación social, especialmente de adolescentes, jóvenes e inmigrantes", añade la nota del Arzobispado, y esa acción "no sólo no se ve afectada lo más mínimo, sino que queda reforzada con el apoyo y la ayuda que recibirá de Cáritas Diocesana de Madrid". Sin embargo, fuentes del Arzobispado señalaron que los curas de esta parroquia celebran misa en ropa de calle y dan a comulgar rosquillas en vez de hostias, y eso no es una eucaristía de acuerdo a los cánones de la iglesia católica.