El informe "Panorama de estadísticas del 2007" señala que en 2005 los mayores de 65 años representaban el 16,8% de la población española, con un incremento previsto hasta el 20% en 2020 y el 35,7% en 2050.

Con este dato, España se convertirá a mitad de esta centuria en el tercer país más viejo de los treinta que forman la OCDE, sólo por detrás de Japón (39,6%) y Corea (38,2%).

El envejecimiento de la población española plantea para el organismo internacional un problema que se proyecta sobre la producción, ya que un 90,5% de la población serán personas inactivas, con los parámetros actuales, al sumar a los mayores de 65 años los menores de 15.

El nuevo indicador de la OCDE supera el 89,2% de proporción de dependencia que publicó la oficina de estadística Eurostat hace dos años y coloca a España en la penúltima posición, sólo por delante de Italia, que alcanzará el 92,8%.

El informe "Panorama de estadísticas del 2007" contiene 150 indicadores que parten del 2000 para llegar al 2005, descritos detalladamente en cuadros estadísticos y comparados entre los países, con un apartado especial dedicado en esta edición a la migración.

El Jefe de Estadísticas del organismo, Enrico Giovannini, destacó hoy que las tablas permiten observar el "increíble" aumento de la inmigración en España en los últimos años, y como este aumento responde a que ha sido uno de los países con mayor "crecimiento económico" y que, por tanto, resulta "más atractivo para los inmigrantes".

Los datos comparados reflejan que, después de algunas señales de estabilización en 2002-2003, los flujos de migración en los países de la OCDE comenzaron a aumentar y no se han detenido desde 2004.

Tanto los países escandinavos como Alemania, Irlanda, Japón, Luxemburgo y Turquía muestran un ligero aumento en relación a 2003, mientras que los países con mayores entradas fueron Australia, Austria, Finlandia, España, Reino Unido y Estados Unidos.

En España se registró un aumento de la inmigración, incluyendo la temporal y la ilegal, "de casi el 50 por ciento" entre el 2000 y el 2003.

Mientras, en Alemania, Hungría, Suecia y Suiza la inmigración en 2004 se situó por debajo de las cotas más altas, alcanzadas a finales de la década de los años 90 del pasado siglo.

El informe presentado hoy por la OCDE en Roma es un completo repaso a la actividad económica de sus países miembros, con referencias expresas a sus Productos Internos Brutos en los últimos quince años, así como al resto de actividades en los diferentes ámbitos, ya sea social o medioambiental, que permiten saber el número de personas que con acceso a un teléfono o a Internet.

En el caso español, en el año 2005, el 54,6% de la población contaba con un ordenador en su hogar y el 35,5% podía conectarse a Internet.

Esos datos colocan a España por delante de países como Italia y Francia, pero aún lejos de igualar al 89% de los islandeses que poseen una computadora.