La decisión supone el primer paso hacia una estrategia comunitaria contra el alcoholismo, problema al que los titulares de Salud quieren otorgar la misma prioridad que a la lucha contra el tabaco.

El Consejo abogó por implicar a la industria de las bebidas alcohólicas en ese objetivo, exigiéndole la aplicación de una publicidad responsable, según unas conclusiones respaldadas en la reunión.

Además, apoyó la creación por parte de la Comisión de un Foro formado por representantes de los países, la industria, Organizaciones No Gubernamentales y otros interesados que se ocupará de elaborar y aplicar estrategias coordinadas contra el alcoholismo en la UE.

Los titulares de Salud expusieron las acciones que aplican a nivel nacional en ese ámbito, que varían según la tradición y cultura de cada país.

La ministra española de Sanidad, Elena Salgado, dijo durante su intervención en un debate público que las medidas decididas hoy son "un paso adelante en la buena dirección, aunque muy tímido" y pidió a la UE la adopción de "señales claras".

Abogó asimismo por el apoyo de los países a la aplicación de campañas europeas para informar a los consumidores de los daños que produce el alcohol, especialmente entre jóvenes y mujeres embarazadas.

El comisario europeo de Sanidad, Markos Kyprianou, citó como ejemplo a imitar la normativa francesa que obliga a que todas las bebidas alcohólicas comercializadas en ese país incluyan un etiquetado que prevenga a las mujeres embarazadas del riesgo que el consumo de las mismas supone para la salud del feto.

Para Kyprianou, que un gran productor de vino como Francia adopte esa medida demuestra que la tradición y la protección del consumidor "pueden ir a la par", por lo que pidió a otros países "con situaciones similares" que pongan en marcha ese tipo de acciones.

Por otro lado, el comisario lamentó la manipulación que la industria de las bebidas alcohólicas hizo de un informe recientemente presentado por la CE y que según Kyprianou fue malinterpretado para hacer creer que Bruselas quería imponer nuevas regulaciones al sector.

El ministro francés de Sanidad, Xavier Bertrand, aseguró por su parte que el nuevo etiquetado que se aplica en su país ha sido "muy bien aceptado" por la industria y abogó por la puesta en marcha a nivel europeo de acciones, incluso de tipo fiscal, para desincentivar el consumo entre los jóvenes de las bebidas consistentes en mezclas de zumos y alcohol de alta graduación.

El titular luxemburgués, Mars Di Bartolomeo, explicó que Luxemburgo ya aplica a esas bebidas una alta fiscalidad que ha conllevado la práctica desaparición del mercado de esos productos, lo que no ha sido bien aceptado por la industria.

Según el Ejecutivo comunitario, el abuso del alcohol y los daños derivados provocan cerca de 195.000 muertes anuales en la UE.

De la población entre 15 y 29 años, cerca del 10% de las muertes de mujeres y el 25% de las de los hombres se deben al consumo desmedido de bebidas alcohólicas.

Unas 10.000 personas mueren cada año en la Unión debido a accidentes de tráfico cuya causa se atribuye al alcohol.

Para afrontar el problema, el Consejo se comprometió hoy a impulsar la cooperación entre los países para aprender de las buenas prácticas de otros Estados y a aplicar campañas para concienciar sobre los peligros ligados al abuso del alcohol en la UE.

El texto que apoyaron los ministros afirma que los fabricantes, la venta minorista y el sector de la hostelería pueden colaborar procurando el cumplimiento de normas éticas elevadas, sobre todo al comercializar productos para jóvenes, mediante una "venta responsable para evitar la embriaguez y los daños causados por la intoxicación".

La CE se comprometió a crear indicadores para poder medir los avances en la reducción de los daños derivados del consumo de alcohol y a informar periódicamente a partir de 2008 de los progresos logrados.