La muestra, que se exhibe desde hoy hasta el 22 de diciembre en el Museo de Planificación Urbanística de Shanghai, está organizada por la delegación para Asia-Pacífico de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y fue inaugurada en presencia de autoridades diplomáticas españolas y artísticas chinas.

"Mi técnica como pintor es muy superior a mi técnica como músico porque yo empecé a tocar el piano a los 24 años y a dar clases de dibujo cuando tenía 12", explicó a Efe Cano, quien durante su juventud abandonó las artes plásticas por el éxito que empezaba a tener Mecano.

Casi una década después de la separación definitiva del grupo, Cano ha realizado ya varias exposiciones comerciales de su obra pictórica.

El autor considera que su fama previa como músico pop "claramente me perjudicaba" al entrar en el mundo de la pintura contemporánea.

"Creo que esa etapa está ya superada, pero me ha obligado a tener que abrirme camino fuera de España, en los lugares donde no era conocido como músico, lo que tampoco está mal, la verdad", afirmó.

En octubre pasado vendió su cuadro "Black Pussy", en la casa de subastas Sotheby´s, por 59.300 euros y, tras su paso por galerías comerciales de México, Los Angeles y Londres, espera exponer pronto en Miami y Dallas (EEUU) y ha aprovechado su corta estancia en China para tratar de contactar con galeristas locales.

"La verdad es que me parece un privilegio estar aquí", declaró el pintor, satisfecho con las primeras impresiones del público chino, después de presentar, uno por uno, los cerca de 50 cuadros colgados en una amplia sala del museo shanghainés, ante varias decenas de visitantes chinos que acudieron a la inauguración.

"Por lo que he visto, les llaman mucho la atención los cuadros figurativos, que son mucho más clásicos, y les permiten entender la imagen con más claridad", comentó Cano, cuya exposición recoge obras basadas en fotografías de prensa sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU y la guerra de Irak, anuncios de periódicos y dibujos infantiles de su hijo.

En un principio iban a mostrarse 90 pinturas, pero una cuarentena se quedó fuera, probablemente porque su obra más reciente refleja anuncios de prostitución en la prensa o copia sobre el lienzo los grabados de grandes personajes del capitalismo mundial, tomados del diario "Wall Street Journal".

Tal vez estos temas rayan la polémica para la sensibilidad de las autoridades locales, pero Cano se mostró muy respetuoso con la decisión y recordó los tiempos de la censura española durante el franquismo.

"La auto-censura es lo peor porque la gente (responsable) es más prudente incluso que el propio censor", afirmó Cano, pero insistió: "no es mi papel el de criticar, cada país tiene sus prioridades y arregla las cosas de la mejor manera que puede".

La obra pictórica de Cano está formada hasta la fecha por un par de centenares de cuadros, la mayoría elaborados al encausto, técnica basada en la cera que en su caso da a los acontecimientos contemporáneos de sus pinturas un sabor a antigüedad.

Entre sus proyectos futuros, el artista sólo reveló una meta para las próximas semanas: concluir el retrato de la feminista Clara Campoamor que pinta por encargo del Senado español.