Como buen castillo de familia noble, el Odescalchi también tiene su fantasma, el de la duquesa Isabella de Medici, la esposa infiel, asesinada por el esposo traicionado a finales del siglo XVI, recuerdan hoy los medios locales.

Cuenta la leyenda que Isabella, la joven consorte del duque de Bracciano, Paolo Giordano Orsini, tenía numerosos amantes que lograban llegar a sus aposentos a través de una puerta secreta.

Exigente y caprichosa, la duquesa castigaba a aquellos que no lograban satisfacerla y los hacía salir por otra puerta que daba a un pozo profundo que tenía afiladas puntas de hierro donde los desafortunados amantes encontraban la muerte.

Cuando el duque supo de estas aventuras de su mujer al principio no quiso dar crédito a los rumores, pero para salir de dudas logró escabullirse y escuchar a Isabella cuando confesaba sus pecados.

Herido en su honor, el duque estranguló a su esposa y aunque Isabella encontró la muerte durante unas vacaciones en la residencia que tenían en Florencia, su fantasma vaga en el Castillo de Odescalchi, y hay quienes aseguran haberla visto sobre todo.