Su estreno aún está lejos -el 8 de diciembre- y lo único que tiene para mostrar son copias sin acabar, a falta del montaje final, la banda sonora y algunos efectos de sonido.

Pero las convocatorias son continuas para calentar una campaña de la que se hacen hoy eco dos de los principales medios en Estados Unidos, el periódico Los Angeles Times y la revista Variety.

Mientras el periódico abre su sección de espectáculos con el titular de la "nueva pasión de Gibson", el comentarista Peter Bart en Variety asegura que "de la mente oscura y tortuosa de Mel Gibson emerge otro brillante ejercicio cinematográfico".

La campaña suena similar a otras que tienen lugar en estas fechas, en las que principales cintas del año cortejan a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas o la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood en busca de un Oscar o un Globo de Oro.

Pero en el caso de "Apocalypto", el filme centrado en la caída de la civilización maya tiene muy clara su diana: el público hispano.

Rodada en maya en la península mexicana del Yucatán, Gibson utilizó para su nuevo ejercicio como director todo el talento hispano que pudo, en su mayoría auténticos desconocidos de la zona.

De ahí que la Asociación de Empresarios Hispanos presentara el pasado 2 de noviembre su premio de honor, el galardón Visionario, a Gibson por su "visión y coraje" en "Apocalypto".

"En un momento lleno de retórica anti-hispana hay que reconocer a Mel Gibson por mostrar en la pantalla una película que se enorgullece de la Historia hispana y de sus contribuciones", señaló el presidente de la organización, Rick Sarmiento.

La estrella de Hollywood, de 50 años, mostró a todos los asistentes a esta gala unos diez minutos de su última película, imágenes impactantes tanto por su fuerza narrativa como por su violencia.

Montajes más amplios y casi completos se están exhibiendo por todo el país. Gibson está invitando a los principales líderes hispanos, entre ellos el alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, que todavía no ha podido asistir, o al activista, además de actor y director de cine, Edward James Olmos.

Este último confiesa hoy en Los Angeles Times que "Apocalypto" es "la mejor película" que ha visto en años.

La campaña de Gibson devuelve a la memoria ecos de su último éxito como director, "La Pasión de Cristo" (2004).

La cinta fue una de las más taquilleras de la Historia del cine, con una recaudación que superó los 611 millones de dólares en todo el mundo, gracias a una campaña poco habitual donde el boca a oreja se extendió entre las comunidades religiosas.

Con el apoyo de los estudios Disney, Gibson y su productora Icon está realizando una campaña similar entre hispanos y comunidades indígenas como la de Oklahoma (EEUU), donde proyectó el filme cinco veces en tres días el pasado septiembre.

En concreto, el público hispano es desde hace años la "gallina de los huevos de oro" de Hollywood, ya que representa el 40 por ciento de la taquilla estadounidense.

En esta ocasión, los obstáculos son mayores.

Gibson permanece aún en el centro de una gran polémica tras los insultos proferidos contra judíos y mujeres durante su arresto el pasado julio en Malibú (EEUU) por conducir tras haber tomado alcohol.

Algunas figuras de Hollywood, como Rob Reiner y Jerry Lewis, pidieron públicamente que no se perdone a Gibson por unos improperios por los que el actor se ha disculpado varias veces.

Aunque Gibson participa activamente en la promoción de su nueva cinta, compareciendo en público y tomando parte en los debates, su presencia ante la Asociación de Empresarios Hispanos vino acompañada de la advertencia a la prensa de que no concedería entrevistas.