En Guayaquil, "la verdad que muy bien, pero fue de a poco, porque la gente, al principio, es como muy tranquila y uno canta como con la camisa, pero luego fue tomando forma y el público, al final, casi me quita a mí del escenario y se quedan ellos", dijo en rueda de prensa en Quito

Aseguró que lo que más le gusta en el mundo es la música, aunque mantiene que, en materia de técnica musical, poco se puede aportar.

El mundo musical "tiene 21 siglos y la música sólo siete notas", apostilló Rosana.

Afirmó que los compositores y cantantes aportan "la emoción propia que tiene cada persona y, de pronto, la sensibilidad que tiene cada uno; eso es lo nuevo, lo demás ya está escrito".

Después de sus presentaciones en Ecuador, Rosana llevará sus conciertos a "Venezuela, Guatemala, México y luego Reino Unido", donde hará un alto, para dedicarse a los suyos, "que ya van casi dos años sin verme mucho el pelo".

"Magia" es "un disco sin pretensiones, sencillo, que intenta ser muy honesto y que lo único que busca, como cada uno de mis discos, es arrancar una sonrisa a aquel que lo escucha".

"Si tuviera que resumir mi carrera profesional, lo haría con la palabra público. Si tuviera que definir mi carrera profesional y mi vida, en paralelo, diría que la palabra adecuada es magia", apuntó.

Explicó que será muy difícil producir un nuevo disco hasta el 2008, aunque dijo que le gustaría hacer temas junto con otros grandes de la música española como Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina.

"Me gustaría cantar con mucha gente distinta, me gustaría hacer un tema con Sabina, pero no lo voy a negar, que me hubiese gustado hacer un tema con Nirvana (una banda de rock estadounidense), pero ya no hay como, aunque podría hacerlo con Metallica", afirmó entre broma "y en serio".

"Creo que el mundo tiene, sobre todo, hambre de valores y creo que eso está en todos los lugares. Quizá si los valores estuvieran más en alza, ni aquí (en Latinoamérica) hubiera este tipo de pobreza, ni en otras partes podría haber un tipo de pobreza que tiene que ver más con las emociones", dijo.

Apeló a que se ejerza "la política de las emociones, la de saber que nadie tiene derecho a sufrir y que no es justo que pasen cosas como las que pasaron en Madrid el 11-M. No es justo que siempre paguen los mismos", remarcó la cantante sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en la capital española.