Además, el 8,1 por ciento de los jóvenes que viven en las ciudades están gordos, dijo Pan Beilei, subdirector del Comité Asesor Estatal de Alimentación y Nutrición, que no facilitó sin embargo el número exacto.

"Por una parte, nuestro país tiene 23,65 millones de personas que viven en la pobreza, y tienen obviamente una nutrición insuficiente.

Por la otra, parte de la población ciudadana recibe demasiada nutrición, lo que ha llevado a un aumento de las enfermedades relacionadas con el sobrepeso", precisó el experto.

Añadió que en las urbes chinas viven unos 20 millones de diabéticos, una de las enfermedades surgidas en el país con la apertura económica y la irrupción de la modernidad y sus malos hábitos alimenticios.

Según un estudio del comité, un ciudadano chino consume una media de 22 kilos de carne al año, mientras que su consumo diario de grasa representa el 38% de la ingesta total de energía diaria, muy por encima de los niveles recomendados.

Entre tanto, los cereales representan el 41% de la energía ingerida al día, por debajo del 65% aconsejado.

La dieta tradicional china, compuesta de verduras, arroz y poca carne, ha sido desplazada en las grandes urbes del país por la comida rápida, que no sólo se puede encontrar en los "clásicos" McDonalds, Kentucky Fried Chicken o Pizza Hut, sino en cientos de cadenas similares de creación nacional.