Eloy Sánchez Rosillo (Murcia, 1948) asegura que "cuando uno llega a la madurez se escribe con un tono más optimista". Este aire de vitalismo impregna su nuevo poemario, 'La certeza', obra con la que acaba de recibir el Premio Nacional de la Crítica 2005. El escritor cree que "uno nunca escribe pensando en los críticos", aunque reconoce que se alegra cuando la gente valora su labor. "Un premio no hace que un libro sea mejor o peor, pero sí puede darle una buena alegría y un estímulo a su autor", dice el poeta. En este caso, el escritor se siente "muy agradecido" por haber recibido el uno de los galardones literarios más prestigiosos de España.

'La certeza' recoge su producción literaria más reciente. Se trata de cincuenta poemas que, como ha señalado la crítica, destacan por su carácter "optmista" y "vital", adjetivos que no aparecían en sus anteriores obras. El propio autor reconoce que ha habido cierta evolución en su poesía. "Mis libros anteriores eran más elegíacos", explica. "Pero 'La certeza' es más vitalista. Es un libro que contiene muchos poemas de neta celebración de la vida". El cambio, sin embargo, no obedece a ningún condicionante externo, sino que "se ha producido de forma natural". "Cuando uno es joven quiere comerse el mundo", comenta Sánchez Rosillo. "Pero, claro, como el mundo no se deja comer del todo, nos desengañamos y todo nos parece insuficiente; así, lo que escribimos se llena de melancolía. Sin embargo, en la madurez sucede lo contrario; uno escribe en un tono más positivo, porque relativiza las cosas. Se piensa que todo puede ir a peor y que somos inmensamente afortunados por tener lo que tenemos".

El escritor se muestra crítico al hablar del estado actual de la poesía. "En la mayoría de libros de poemas que se publica no hay verdadera poesía, sino palabras bien sonantes, juegos o entretenimiento, pero hay poca poesía que te conmocione y te golpee", asevera. "Lo que me encantaría es que los lectores vieran en mi libro algunos poemas hermosos y verdaderos".

Además, Sánchez Rosillo cree que "la poesía, a largo plazo, puede llegar a 'humanizar' al ser humano". "No recuerdo exactamente el dicho", continúa, "pero decía algo así: 'La poesía habla de cosas hermosas, justas y verdaderas'. Si eso nos lo muestran, creo que habrá mucha gente que se incline por lo bueno antes que por lo malo. Aunque ya digo que no es cosa de un día". En treinta años de trayectoria literaria, Sánchez Rosillo ha recibido su segundo premio nacional, después de conseguir el Adonais en 1977 por 'Maneras de estar solo'. A estas alturas, el escritor no duda en asegurar que "la poesía requiere un aprendizaje que dura toda la vida", y que "sólo se es buen poeta si uno conoce la tradición y se conoce a sí mismo". "En mi caso espero que la edad me haya enseñado ciertas cosas", concluye.