Las autoridades de la isla temen que la epidemia, conocida como "Chikungura", se extienda debido a las próximas lluvias del verano austral, por lo que han puesto en marcha una operación de erradicación de los mosquitos.

Una mujer de 56 años y un bebé han desarrollado complicaciones neurológicas y están ingresados con encefalitis.

El primer brote de la enfermedad, que significa "andar curvado" en un dialecto de la isla, se detectó en marzo pasado, pero ahora afecta a toda la isla y se registran una media de 50 nuevos casos cada día.