La primera etapa de la muestra se cierra mañana, martes, tras dos semanas de estancia en la ciudad oriental de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, donde unas mil personas al día se acercaron a ver las 110 esculturas, óleos, grabados y dibujos del artista.

"Los chinos llaman al maestro Subirachs ´Shengshengde´, que en mandarín significa grande y sagrado. Entienden la importancia de la creación artística de Subirachs a través de la Sagrada Familia en Barcelona", comentó a EFE Julia Wang, directora en China del instituto francés Euroasia Art, patrocinador del evento.

La exposición seguirá su periplo el próximo mes de marzo por Wenzhou, también en Zhejiang, y llegará a la capital, Pekín, en mayo, confirmó Wang.

Las obras forman parte de la colección de obras del artista recogida a lo largo de los últimos años por Christian Branducci y Cyril Boisson, director de arte y presidente, respectivamente, de Euroasia Art.

"Me siento muy honrado y reconocido ante vuestro interés por presentar mi obra artística al gran pueblo chino", señaló el artista en una carta leída en la inauguración de la muestra, en cuya organización han colaborado la Asociación Cultural Internacional de Zhejiang y su homóloga de Shanghai.

En la misiva, el artista se disculpa por no haber viajado hasta China a causa de la "fragilidad" de su salud y destaca que, para él, "la razón más profunda de la existencia del arte, es la consciencia que el hombre tiene de su soledad y del conocimiento de la muerte".

"El hombre necesita crear obras artísticas que le permitan aproximarse a su deseo de la inmortalidad. El hombre muere, la obra perdura", dice.

Los críticos de arte chinos han comparado a Subirachs con Leonardo da Vinci debido a su polivalencia artística, pues es además de escultor y pintor, crítico de arte, director de cine y arquitecto.

Además, a dos años y medio de los Juegos Olímpicos de Pekín, los organizadores chinos de la muestra no se han olvidado del vínculo del artista con el olimpismo, después de que crease el Monumento a los JJOO de México en 1968 y la obra "Unión entre Este y Oeste", ubicada en el parque olímpico de Seúl, sede de los Juegos de 1988.

En unas declaraciones a EFE, Xi Jingzhi, catedrático de Arte de la prestigiosa Universidad de Tsinghua, manifestó que la histórica exposición ofrece "nuevos puntos de vista para entender y apreciar el arte occidental, así como la posibilidad de dar lugar a nuevos estudios sobre sus ideas artísticas y sublime técnica".

Pero el creador catalán, que lleva centrado desde 1987 en esculpir la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia de Barcelona, no está solo en su recorrido por el gigante asiático, donde el arte hispano se ha convertido en un habitual.

Así, las obras del pintor Xavier Puigmartí (Barcelona, 1952) se pueden ver también estos días en Shanghai y Hangzhou, de la mano de Euroasia Art.

El pasado junio, el alcalde de la Ciudad Condal, Joan Clos, anunció durante su visita a Shanghai la celebración de una exposición sobre la obra del arquitecto Antonio Gaudí en esa ciudad y en Pekín el próximo año 2006.

Tras el éxito del Año Cultural de Francia en China, las autoridades españolas han trasladado a las chinas su deseo de organizar el de 2008, aunque se enfrentan a la dura competencia de Grecia, que también está haciendo gestiones para conseguirlo.