En caso de confirmarse, se trataría de la octava muerte por gripe aviar en este país del sudeste asiático, que en las últimas semanas ha aumentado los mecanismos de supervisión de la enfermedad.

Un grupo de científicos, en colaboración con la OMS, han pasado semanas tomando muestras de personas y aves en la isla de Bali para analizar las consecuencias del estrecho contacto entre personas y animales en la isla y ver si algunos de sus habitantes han desarrollado defensas naturales al virus de la gripe aviar.

Por otro lado, alrededor de mil estudiantes de Veterinaria han recogido muestras de la cabaña aviar en las islas de Java, Sumatra y Borneo para controlar la expansión de la enfermedad y detectar posibles mutaciones en el virus.

El virus H5N1 tan sólo se transmite por contacto directo con animales pero la OMS advierte que una mutación del virus que lo hiciese transmisible entre humanos podría desencadenar una grave pandemia.

Desde la reaparición de la gripe aviar a finales de 2003, 133 personas han resultado afectadas en el Sureste Asiático, de las cuales 68 han fallecido.