Llenan las plazas de toros, abarrotan los estadios... Está claro que Hombres G y El canto del loco poseen un poder especial para congregar a las masas. El espectáculo conjunto que están llevando a cabo los dos grupos causa furor allá por donde pasa.

La relación entre las dos bandas comenzó hace unos años, con colaboraciones en discos y conciertos. Ahora, la típica frase de "estaría bien tocar juntos" se ha materializado en una gira que llega hoy a Murcia.

Pero, como reza el título del último disco de Hombres G, "todo esto es muy extraño", y por dos razones. Primero, porque actualmente no es muy habitual ver a dos grupos nacionales vender el aforo completo de grandes recintos.

Con la ilusión de siempre

Y segundo, porque también resulta una rareza ver a los veteranos Hombres G con la misma ilusión y empeño que en sus tiempos de gloria. Y es que el grupo madrileño ha resurgido de sus cenizas cuando nadie lo esperaba. "Fue un reto grande", explica Rafa Gutiérrez, guitarrista del grupo.

"Nos reunimos en México para hablarlo, pero no sabíamos qué iba a pasar. Hicimos una gira por Sudamérica, que ya fue una prueba fuerte de convivencia, y nos lo pasamos muy bien. Incluso estamos mejor que antes, saboreamos mejor las cosas".

Incluso los propios miembros de la banda están extrañados del fenómeno que están causando, ahora, a años luz de hitos como 'Devuélveme a mi chica' o 'Marta tiene un marcapasos'.

El título del disco "va en nuestra línea irónica", dice Rafa. "Siempre nos han gustado títulos que den que pensar y que sean graciosillos. Es extraño lo que nos está pasando, el éxito que estamos teniendo después de tanto tiempo, llenado plazas de toros..."

Ahora, la escena del pop gamberro y juguetón vuelve a ser suya. Pero no están solos, porque les acompañan unos relativos iniciados, El canto del loco, cuyo sonido recuerda a menudo ese espíritu irreverente característico de Hombres G. "Se parecen a nosotros más en el espíritu que en la música", afirma Rafa. "Son chavales de puta madre, que quieren divertirse". En fin, parece que el código deontológico de las dos bandas corre por caminos parecidos.

Sin embargo, Chema Ruiz, bajista de El canto del loco, mantiene una postura algo reticente a la hora de hablar de la influencia de Hombres G en el grupo. "Me hace gracia", explica Chema, "porque antes, cuando empezamos, no nos decían nada de los Hombres G, pero ahora lo fácil es decir que nos parecemos a ellos. Sobre todo le han influido a Dani (cantante), aunque a los demás también. Son un grupo que escuchábamos de pequeños, íbamos a sus conciertos. Pero no tenemos sólo esa influencia, nosotros escuchamos todo tipo de música".

'Zapatillas', su mejor disco

Han pasado ya seis años desde los primeros pinitos de El canto del loco. Se han curtido en numeroso conciertos y acaban de publicar su sexto álbum, 'Zapatillas'. Chema Ruiz lo define como "el mejor disco" que han hecho. "Son 13 temas que reflejan nuestro estado de ánimo, que es muy positivo en estos momentos. Suena muchísimo mejor que los anteriores", dice.

'Zapatillas' transmite rabia o indignación, según se mire. Esas zapatillas que aparecen en la portada del álbum son con las que no dejan a entrar a los chicos de El canto del loco en algunos locales. Chema lo deja claro: "Creo que hay que ser más sensibles con las personas. Que la gente nos deje entrar a un local como queramos, que nos dejen vestirnos como queramos y vivir en paz". Suponemos que sí dejarán entrar con cualquier calzado al público que acuda el próximo jueves a presenciar su concierto.

Y es que tras atreverse con el estadio Vicente Calderón de Madrid, donde sólo unos pocos elegidos se habían atrevido a tocar hasta ahora, llegan a la plaza de toros de Murcia.

El concierto no será el clásico formato de telonero primero y cabeza de cartel después. "Si quieres ver un concierto sólo de El canto del loco, no vayas", dice Chema. Las dos bandas entrarán y saldrán del escenario para tocar canciones juntos, interpretar temas del otro grupo y todo lo que surja en una noche para la que se preve, de nuevo, un pleno absoluto. Para no perdérselo.