Con tan sólo 24 años Lizz Wright se ha convertido en una de las voces más sorprendentes e importantes del mundo del jazz, una voz que se forjó en los coros de Gospel hasta los 18 años. Cumplida la mayoría de edad, Lizz se escapó a Arizona para tomar contacto con el jazz. Pocos años después, es considerada la gran diva de la música negra, ¿cómo le sienta esto?

En realidad soy la reina del a confusión (risas), porque mucha gente me dice que soy la reina del jazz, y otra mucha gente me dice que lo que hago no es jazz. Pero esta confusión me gusta, porque me encanta que la gente sea libre, que no clasifique a la música en un estilo u otro, porque ésta proviene de la vida, y la vida es así.

¿Qué le queda de su época gospel?

Me queda todo, y me encanta. Todo mi estilo proviene del gospel, aunque trato de hacerlo más contemporáneo.

Aprendió a tocar el piano usted sola para ayudar a su padre, que es predicador, cuando contaba con 14 años.

Lo hice porque estaba desesperada (risas), y necesitaba un ambiente creativo.

Al trasladarse a Atlanta y entrar en contacto con el jazz, le gustó tanto que se unió al grupo 'In the Spirit', en el año 1999.

Me trasladé a Atlanta para escuchar jazz en directo, pues hasta ese momento tan sólo lo había escuchado en la radio. Allí entré en contacto con un cuarteto, al que rogué que me dejaran cantar con ellos un par de temas. Nos entendíamos muy bien, por nuestra pasión común por el jazz y el gospel, por lo que terminé uniéndome a este grupo, 'In the Spirit'.

Tras participar en el homenaje a Billie Holiday en 2002, la discográfica Verve la descubrió y lanzó su carrera, ¿qué ocurrió entonces con su grupo?

Tuve que dejarlos, porque ellos tenían su vida en Atlanta lo cual fue muy difícil para mí, porque eran como mis hermanos mayores. Aunque siempre que voy a Atlanta canto con ellos.

Este primer trabajo, 'Salt' (2003), toma su nombre de una composición suya.

Sí, es muy excitante. Estaba sorprendida de que mis composiciones fueran lo suficientemente fuertes para que formaran parte de un disco (cinco en total), de lo que me sentí realmente contenta. 'Salt' la compuse cuando tenía 19 años.

Han pasado casi dos años desde 'Salt', ¿cuándo veremos su nuevo trabajo?

El mes que viene saldrá ya el segundo disco, lo que me está volviendo loca (risas). Va a ser un disco completamente diferente a 'Salt', muy divertido. Aunque no tengo ni idea de cómo se va a llamar.

¿Qué va a ocurrir esta noche en el auditorio del parque Almansa de San Javier?

Lo único que quiero es que la gente se divierta. Cuando cantaba en la Iglesia se producía una unión entre la gente que escuchaba y los músicos, y eso es lo que me gustaría que pasara por unos minutos.

¿Qué siente en el escenario?

Normalmente soy muy tímida, me preocupa mi aspecto; pero en el escenario me olvido de todo y me siento normal.