Alexanderplatz, proyecto del bardo Alejandro Martínez (guitarrista, compositor y productor de los desaparecidos Klaus&Kinski), regresa dos años después de Muera usted mañana con Parques nacionales españoles (Jabalina, 2021), un segundo álbum entrañablemente genial, miel sobre hojuelas, y más aún en estos tiempos en los que impera la banalidad. Una delicia. Claro, que eso ya lo sabíamos por su trayectoria, jalonada de inspirada brillantez.

Parques nacionales españoles, que se publica ahora tras un pequeño retraso a causa de la pandemia, es una colección de once canciones eminentemente pop. Con un espíritu más sosegado y contemplativo, el proyecto siempre original de Alejandro retoma cierto costumbrismo y algunas viñetas de soledad urbana, donde se aprecia el discurso de un ser racional; pura lógica y sentido común. En las composiciones vuelve a afinar con una diversidad de estilos deslumbrante, sin cabida en esta ocasión para los instrumentales, predominando los sonidos más orgánicos (canción melódica, boleros, bossa, y hasta algún tema fronterizo) frente a los electrónicos (Krautrock, synthpop, dreampop). De dudas y certezas hablamos con él.

¿Qué tal llevaste el 2020? ¿Cómo soportas ahora esta 'nueva normalidad'?

Más o menos bien. Pero porque yo ya no soy tan joven. Cuando veo a gente joven de verdad sí que me apena el año (¿y el futuro?) perdido. No me pilla con 16 o 22 años.

Parques nacionales españoles llega dos años después de Muera usted mañana. ¿Se cruzó la creación de este disco con la pandemia en algún momento?Parques nacionales españoles

Los meses de primavera de 2020 estaba trabajando a fondo en ello. Tuve que esperar a que nos permitieran salir para grabar las baterías, que son lógicamente de las cosas más importantes, y no las podía hacer yo en mi estudio. Pero no es la primera vez que me pasa que llego con una pista bastante terminada en la que se graba hacia el final del proceso la batería definitiva..., lo cual, es verdad, no suele ser la manera habitual de trabajar en la mayoría de producciones.

¿Con qué espíritu has retomado esta colección de canciones? ¿Cuál era el punto de partida?

El mismo de siempre. El punto de partida siempre es un proyecto de Cubase [un secuenciador software], que suele ser el mismo desde la fase inicial como demo. Al principio, simplemente grabar la idea, y a partir de ahí se le van añadiendo o sustituyendo poco a poco pistas hasta que acabe con las finales, ya bien ejecutadas o grabadas, y que son las que mezclo finalmente. Pero alguna cosas de estilo, instrumentación y sonido sí que las tenía claras desde el inicio. En general no me suelo plantear al comienzo ningún patrón o plan totalmente preestablecido, por lo menos hasta tener ya arrancando el proceso y ver cómo respiro.

Has incluido Murcia delenda est en el disco largo. He leído que la canción, con aires clásicos a lo Nilsson (Everybodys talkin'

Parece una macarrada, pero no lo es. En realidad se refiere a Murcia en un plano simbólico, y a todo eso que dices y/o muchas otras cosas más. En el vídeo se reúnen unos antiguos griegos para escuchar a una especie de Sócrates que expone su teoría de las ideas, y un discípulo le comunica su frustración porque tuvo un accidente con una moto, hubo luego un follón gordo y, en consecuencia, no sabe si puede vivir con arreglo a tan alto ideal. Es una contraposición entre lo ideal y lo material, lo elevado y lo vulgar, lo sublime y lo ridículo... Murcia simboliza lo real, en todo caso. Si fuera de Cuenca me referiría a Cuenca.

¿La diferencia con otros discos está en la forma de elaborarlo y en los medios utilizados? ¿Has necesitado ampliarlos?

De elaborarlo, en cuanto al método de trabajo, en realidad no. Pero sí que tenía claro cuestiones estilísticas y de instrumentación. El disco anterior era más denso, con un sonido y estilo menos cambiante, con instrumentales, desarrollos largos..., en general, con un sonido tendente a la oscuridad, con muchos sintes analógicos tomando el protagonismo, y casi sin instrumentos acústicos. En el nuevo hay algo de eso, pero también bastantes guitarras españolas, cuerda real y otro tipo de instrumentos (alguna trompeta, mandolinas, percusiones latinas...) que en el anterior quería evitar. Y luego, también quería jugar con estilos diversos y lejanos sin cortarme, que es algo que en realidad he hecho desde siempre.

¿En Parques nacionales españoles

Pensé en hacer alguno, con un sonido más orgánico, pero lo dejé para el final y luego vi que no lo necesitaba. Sí que es cierto que sigue habiendo bastantes partes de desarrollo instrumental en las diferentes pistas. Y no quería pasarme en la duración. Fabricar discos dobles es más caro, y las cosas ahora son una ruina.

¿Tal vez lo vivido en este 2020 ha fomentado el arte de observar e interpretar los diversos panoramas que encontramos en el disco?

Pues no sé. No creo. O no más que siempre. Habrá fomentado mis ganas de subirme a los árboles. Vivía en un piso sin balcón, y echaba de menos cualquier cosa con verde y cielo por encima.

¿Cómo describirías el contenido del disco?

Pues bastante variado. Supongo que despista el inicio ese tan 'rock'. En general todo es bastante clásico, entendido como tipos de canciones de otras décadas, con cierta tradición. Hay colores que lo unifican todo, pero con variedad: canción melódica a lo años setenta (o canción romántica, que me gusta más ese nombre), los años ochenta más oscuros o los más épicos, años sesenta, temas lentos a lo jazz crooner o a lo latin, algo de kraut, de folclore, de bossa nova...

¿Qué buscabas sugerir con el titulo?

Suele ser lo último que hago, y a veces cuesta, pero creo que refleja bien lo que hay, por las connotaciones que tiene: el sentido de colección o catálogo, la naturaleza, lo surreal, el remitir a lo local... Y también tiene cierta sonoridad poética. Tal vez lo poético y lo trivial. O algo bonito y absurdo.

Isabel como Fernando, el adelanto del álbum, ¿habla de parejas (como parece señalar el vídeo) o pretende también mostrar una perspectiva histórica ?Isabel como Fernando

Son historias de pareja, pero los actores son figuras históricas. Y, para ello, usamos cuadros, grabados o fotografías que son planos fijos inmóviles, subtitulándolos y jugando con el montaje, el encuadre y sus expresiones faciales. Se supone que muestran distintas situaciones en las relaciones sentimentales, que son tan antiguas como la historia misma. Hay un punto absurdo en que los actores sean famosos: Dante y Beatriz acabando la noche un poco borrachos, Josefina cortando con Napoleón porque se acabó lo que se daba y no le perdona, Hitler dejando mucho tiempo sola a Eva Braun porque siempre está con sus cosas...

Al escuchar Isabel como Fernando, me viene a la cabeza el riff de Isabel como FernandoCumpleaños total

¡Pero si salgo con una moto destrozada, con un chándal cutre, en chanclas y en un descampado a las afueras de un polígono industrial en la huerta! Un Steve Mc Queen sólo si es mezclado con mi abuelo cuando iba en moto, o con El Vaquilla. O con los abuelos de por aquí cerca de Aljucer -donde vivo ahora-, que van del huerto al bar a jugar al dominó, o a soltar los palomos. Yo no poseo ningún glamour. El rock vuelve un rato nada más. Quiero decir, hay rock como hay de otras cosas.

En el disco predominan los sonidos más orgánicos frente a los electrónicos, como se pudo comprobar en el EP que sirvió de adelanto (sobre todo en la canción titular, Murcia delenda est). ¿Hubo premeditación?

Sí, eso es lo que comentaba antes que tenía más o menos claro. Por ejemplo, hay bastante guitarra española. Llegué a grabar bastantes guitarras acústicas también, pero al final siempre las desechaba y me quedaba exclusivamente con las tomas de española.

A ritmo de kraut nos metemos en el Callejón de verbena y reyerta

La ventana del salón de donde vivía hace un año era un palco del teatro de la vida. Pero de la mala. Siempre había movidas en el callejón, aunque no eran precisamente gorrillas... La canción es ficción, claro, pero sí que me inspiré un poco en los maravillosos líos que, por algún efecto acústico, se me hacían perfectamente presentes en el cuarto piso, donde yo donde estaba.

Spanien trata sobre cuestiones migratorias y emocionales, y desliza una sensación de tristeza. ¿Por qué el título en alemán?Spanien

La gente de mi generación está por ahí desperdigada por Europa. Es una ficción egoísta: te pierdo, quédate por favor, fracasa aquí mejor. Hay amor y sarcasmo, imagino.

¿Ha habido nuevas incorporaciones a tu equipo habitual en la elaboración del disco?

No realmente; más o menos como en el anterior disco. Las baterías, a cargo de José Miguel Porras y Sergio Bernal, aunque esta vez David Martínez, que es amigo desde hace mucho tiempo -además de violinista de la Sinfónica- y que ya participó en discos de Klaus&Kinski, me ha grabado bastantes y tediosas tomas de cuerda. Luis Pérez de Tudela, alguna trompeta. Y Raúl Frutos, de Crudo Pimento, me grabó las percusiones latinas que necesitaba para Mausoleo.

El título de Todo es verdad menos alguna cosa es una cita de nuestra historia más reciente. Me resulta llamativa la presencia de cuerdas, y una melodía de 'canción ligera' a lo Julio Iglesias, Perales o con un aire a la italiana. ¿Te sientes deudor de ese tipo de canciones? ¿Venían bien esas melodías para vestir esta?

Sí, claro, lo del estilo es consciente. Lo de la cita es porque realmente quería decir eso. Si no hubiera dicho Rajoy algo similar y se me hubiera ocurrido directamente, lo hubiera usado igual. Es una canción romántica clásica, con su típico desgarro en el clímax final, donde se hace una confesión amorosa del tipo: «No necesito otra cosa más que tú. Aunque, bueno, ahora que lo pienso...».

La incertidumbre por el más allá («¿Qué será lo que viene? ¡Ay, madre!, ¿qué será, será?») en Sindicato vertical de enterradores, contrasta con la serenidad de Sindicato vertical de enterradoresPaseo por el río

Bueno, la de 'Sindicato' es algo fúnebre: hay incertidumbre, miedo, una ansiedad casi infantil y la duda de en qué hoyo van enterrar a los que basculan entre el autoengaño y la pérdida de esperanza. La de Paseo por el río parece más amable, pero en realidad es trágica en un sentido romántico-literario: amor y muerte, un escape juntos a la ribera de un río que se desborda y nos arrastra. Todo falsamente de horario infantil. Las riberas de los ríos dan mucho juego poético.

Un tal vez rotundo se reafirma en la duda casi metódica, y Cinismo para las masas la envuelve en un ritmo de bossa para hablar de descreimiento, fe (por omisión casi siempre), engaño y autoengaño. ¿Cuáles son tus certezas?

La duda metódica como única certeza. O, al menos. lo único realmente honesto a lo que puedes aspirar. Pero de ahí al laberinto de dudar de la duda hay un pasito muy interesante y divertido, y la realidad se convierte en un rompecabezas aún más abrumador... El cinismo, por otra parte, también pude ser metacínico: Sí, soy un cínico, y tú lo sabes (porque si no, no sería cinismo; ha de ser evidente). Hablemos claro entonces; o mejor aún, hablemos menos claramente. Pero si ambos sabemos que miento no hay mal alguno. Espero no hablar claro.