El alicantino Juan Carlos Prieto ha encontrado en la Región la voluntad para sacar a la luz sus más íntimas reflexiones. Profesor de Inglés en el IES Manuel Tárraga Escribano de San Pedro del Pinatar, el pasado mes de marzo sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de Tontheridas, un poemario que recoge una vida en verso ocultada en un cajón y en la que hay sitio para el dolor, pero también para el amor, la crítica social y, muy especialmente, el humor y la ironía.

Sin embargo, la constatación (estado de alarma mediante) de que una pandemia global había llegado a nuestro país truncó cualquier atisbo de promoción o presentación; una barrera que él mismo solventó, casi sin proponérselo, con un poema en Facebook sobre el confinamiento que se hizo viral y que le llevó, poco después, a poner en marcha una segunda tirada de este esperanzador debut.

Así, al amparo esta vez de la editorial ECU, Prieto ha publicado +Tontheridas (edición cuarentena), en el que completa este primer trabajo con varios textos extra. LA OPINIÓN ha hablado con él para conocer un poco mejor su historia.

Este libro es una recopilación de todo lo que ha ido escribiendo en los últimos 25 años, de sus experiencias vitales. Y cuando se decide a publicarlo, nos llega una pandemia que nos cambia la vida. Pero, en lugar de resignarse, se pone a escribir esta ‘Edición cuarentena’. ¿Cómo fue aquello?

Tardé cuatro años en decidirme a publicarlo y, justo cuando finalmente ve la luz, se instaura el estado de alarma y..., bueno, todo lo que ha venido después. No pude hacer presentación ni firmas en ferias, pero mi mente estaba en otras cosas... Siempre he escrito, independientemente de la situación que estuviera viviendo, y de hecho fue gracias a un poema que tenía que ver con la pandemia el que hizo que la gente empezara a interesarse por Tontheridas. El poema se llama Cuarentena y lo escribí dos semanas después de empezar el confinamiento. Enseguida se hizo viral en Facebook. Tiene de curioso que si se lee de arriba a abajo da una visión negativa de estar encerrado y, si se lee de abajo a arriba, da una visión totalmente contraria.

¿Cómo afecta esta cuarentena a Tontheridas

El libro sigue siendo el mismo que publiqué apenas unos días antes del confinamiento, y esta segunda edición mantiene los ochenta poemas originales. Lo que ocurre es que, ya que Tontherida también ha sufrido a su modo esta pandemia, decidí hacer algo especial después de agotar la primera tirada, y se me ocurrió hacer esta ‘Edición cuarentena’ que salió en noviembre con la editorial alicantina ECU. En ella se incluyen siete textos que escribí durante los meses de encierro, entre ellos el que da título al libro y que, curiosamente, se quedó fuera de la primera edición porque estaba sin acabar, y también uno dedicado a la fiesta patronal de mi pueblo, Aspe, que celebramos cada año par (puesto que compartimos patrona con el pueblo vecino) y, debido a la covid-19, vamos a tener que esperar cuatro para poder volverla a celebrarla.

Como decía, uno de los puntos que facilitaron esta edición especial posconfinamiento fue que la primera tanda de poemarios se agotó enseguida. ¿Se esperaba una acogida así? ¿Y qué tal le está yendo a esta segunda?

Para nada me lo esperaba. Sacar tu primer libro sin que nadie supiera nada -ni siquiera familia y amigos-, tirando de autoedición y en medio de una pandemia global, y que se agotara tan pronto llamando la atención de ECU es..., es algo que jamás me hubiera imaginado. Si alguien me llega a decir aquel día de febrero en el que recogí el poemario recién salido de imprenta que Tontheridas iba a tener hueco en grandes librerías, que iba a hacer entrevistas en infinidad de medios, firmas en la Casa del Libro y Fnac o que la reina de España iba a tener una copia, hubiera tildado al responsable de loco.

¿Cómo es que Letizia tiene un ejemplar de Tontheridas

Quise enviarle uno para agradecerle que cada año asista y apoye al Congreso Nacional de enfermedades raras; a una de las cuales, por cierto, le dedico un poema en el libro. Recibir una carta de parte de su secretario diciéndome que le había entregado el ejemplar y que me daba las gracias por ello. También Anne Igartiburu compartió el libro en sus redes. Aunque, para mí, el mayor premio es, sin duda, tenerlo publicado; eso fue lo que me dije el día que lo recogí, que pasara lo que pasara ya había logrado mi objetivo.

¿Por qué tardó tanto en lanzarse a publicar sus reflexiones? ¿Cuesta airear ciertos pensamientos o incluso vivencias?

Pues, aunque llevo muchos años escribiendo, jamás había sopesado la idea de publicar, la verdad. Primero porque, efectivamente, son reflexiones muy personales, y luego porque pensaba que no le iban a interesar a nadie. Fue una compañera de trabajo la que me animó a ello después de leer algo que había compartido. Curiosamente, ella es la autora del prólogo.

Dice que quizá el poso que deja el libro está más relacionado con el desamor, un tema muy recurrente a nivel poético. ¿Es más fácil desde el dolor que desde la alegría?

Para mí sí, y no porque mi vida haya sido dramática, porque no lo es. Pero sí es cierto que me inspira más una cucharada de vinagre que una de miel. Cuando estás viviendo un momento pletórico lo que menos te planteas es sentarte a escribir, más que nada porque lo que quieres es exprimir y disfrutar al máximo ese instante con la gente que quieres. Si embargo, cuando atraviesas un episodio más melancólico, apetece más lo de quedarse en casa y, en mi caso, escribir me viene muy bien para vaciarme..., y esto es algo muy necesario para volver a ‘llenarte’ de nuevo.

No obstante, dice que Tontheridas es mucho más que eso. ¿Qué se va a encontrar el lector en las páginas de este poemario?

El libro habla de esas heridas que con el paso del tiempo te das cuenta que se convierten en tonterías y que no merecieron ni tanto tiempo ni tanto dolor, pero que son lecciones necesarias que nos pone la vida por delante para saber qué queremos y qué no. Pero hay mucho más, sí: poemas de amor, crítica social, mucho humor e ironía, algún poema con mensaje encriptado..., por muy sencillo que parezca, hay algunos poemas que dicen mucho más que lo que se ve a simple vista.

Lo que también encontrarán en esta edición son una serie de acuarelas que cuentan también con su firma, incluidas una del molino de San Pedro del Pinatar y otra del faro de Águilas. ¿La Región ha sido también una inspiración?

Por supuesto. Llevo ya casi cuatro años viviendo en la Región: primero en Águilas y ahora en San Pedro, donde imparto Inglés en el IES Manuel Tárraga Escribano. Y, claro, todo el proceso de selección de poemas, edición, promoción del libro, confinamiento..., todo eso lo he vivido aquí. Además, debo decir que estoy muy agradecido por todo el apoyo que he recibido de los murcianos aun no habiendo nacido aquí. Son muchos los medios de comunicación y mucha la gente que me ha dado su apoyo durante estos meses, y yo lo agradezco en el alma.

Pasados ya algunos meses desde su lanzamiento, con tiempo para haber reposado todo lo sucedido, ¿está dispuesto a volver a ‘reflexionar’ y a exponerse con nuevos versos en el futuro?

Pues otra de las locuras que me han traído estas tontheridas es que una editorial tradicional andaluza, Torre de Lis, se ha interesado por mi trabajo y me ofreció publicar un segundo poemario, que saldrá en unas semanas. Justo ahora estamos trabajando en las cubiertas. Como dice la cita que hay en la portada de la reedición de Tontheridas, «de como un virus fue capaz de meternos en nuestras casas y de sacarnos de nuestras casillas»; pues eso, ese tiempo en casa ha dado para mucho, y en este caso para escribir otra ‘antología de mis antojos’.