Cuando hace dos semanas la asociación 'Hay un tigre detrás de ti' anunciaba el nombre de los nominados en cada una de las nueve categorías de los Premios de la Música de la Región de Murcia 2020, muchos fueron los que destacaron el paso adelante que habían dado las nuevas generaciones en este año tan extraño. Bandas como Viva Suecia -claros dominadores del apartado pop del certamen desde su creación en 2017- habían permanecido ajenas al calendario de publicaciones, los mismo que Noise Box -tres veces ganadores del galardón al Mejor Álbum de Rock- u otros gigantes como M-Clan, ya sea juntos o por separado; una circunstancia que dejaba vía libre a grupos jóvenes como Kracauer y Arde Bogotá, pero que también aprovecharon para 'colarse' en la fiesta algunos proyectos de largo recorrido como lo son Ross o Los Marañones. Y lo cierto es que, lo que parecía que iba a ser una reivindicación de la cantera musical murciana, acabó por convertirse en un golpe sobre la mesa de parte de los más veteranos. Ya saben, los viejos rockeros nunca mueren.

Y es que tanto el incombustible Juan Antonio Ross como la imperecedera banda de Miguel Bañón fueron protagonistas este martes durante una gala celebrada en el Pabellón 2 del Cuartel de Artillera con estrictas limitaciones aforo. El primero, en su faceta de líder del proyecto que lleva su 'apellido' (Ross), se impuso con Interstellar a la joven Carmesí, que optaba a Mejor Álbum de Pop por Deshielo, y a Kracauer, la banda de los hermanos Cerdá, que con Diferencia y repetición, su segundo disco, habían dado el salto al panorama nacional de la mano de Viva Suecia y Subterfuge. Por su parte, Los Marañones impusieron su decimotercer trabajo de estudio (La máquina del tiempo) al segundo de los cehegineros Cooper Age, Buerismo -stoner rock instrumental que abría las puertas de los premios a sonoridades más alternativas- y al debut de una de las más firmes promesas del indie-rock regional, Arde Bogotá, nominados a Mejor Álbum de Rock por El tiempo y la actitud.

Algo parecido ocurrió en el cajón de sastre conocido como 'Otras Tendencias'. En él se veían las caras la vocalista murciana de jazz Sara Zamora -que hace unos meses publicaba su álbum debut, Do it-, el «folk bucólico y visceral» del dúo Komorebi -dos particulares violinistas que llegaban a la cita con su primer disco, Materia oscura, debajo del brazo- y la «psicodelia renacentista» de los 'rejuvenecidos' Bosco, cuya última referencia, Emboscados, plantea una revisión de algunos de sus temas más emblemáticos con la ayuda de bandas de la talla de Antílopez, O'Funk'illo, Eskorzo y Crudo Pimento, o de artistas como Rozalén, Muerdo y Alex Serra. Por supuesto, dentro de la tónica del certamen, fueron estos últimos los que se llevaron el gato al agua.

Donde no se pudo seguir esta dinámica es en la categoría a Mejor Álbum de Música Urbana, incluida por primera vez en los Premios de la Música de la Región de Murcia. Hasta ahora, los artistas enmarcados en esta categoría habían concurrido al certamen dentro de 'Otra Tendencias', caso del rapero Álex Orellana, que ya acudió a la gala en 2018 como nominado por School of hard knocks -esta vez, la llamada le llegó por Under de influence- o de Jamones con Tacones, banda murciana de mestizaje que en 2017 ganó con Lukin for de fango el Mejor Álbum Otras Tendencias. Ambos -estos últimos con Power walking- aspiraban a estrenar esta categoría, pero fue el MC cartagenero Kaze quien, con Broken, hizo trizas los pronósticos. No obstante, a pocos sorprendió la decisión del jurado -compuesto por profesionales de la industria musical murciana y especialistas de los medios de comunicación-, ya que el joven rapero es todo un fenómeno en redes sociales.

Para terminar con los galardones más mainstream, el premio al Mejor Videoclip se lo llevó Komorebi por Raíces, producido por Baikal. A él aspiraban también Kracauer -que se fue de vacío pese a ser uno de los nombres propios de la música en la Región durante este 2020- y el dúo formado por Jaro Cristo y Sin-H, que partía como favorito a este reconocimiento por el espectacular clip de Enter the void, producido por Jayder y Joaquín Luna. Y como Artista Revelación se erigió Ruto Neón, nuevo proyecto de Bruno Laencina tras dejar atrás su etapa en The Meatpies. Las otras dos nominadas fueron Yarea Guillén y Hoonine, nombre bajo el que se esconde Carmen Alarcón (Estúpido Flanders, AA Mamá).

Por otro lado, el premio al Mejor Disco o Labor de Difusión de la Música Clásica trajo una revancha: la de Silvia Márquez, que en 2018 perdió ante la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y en este 2020 se proclamó vencedora en su categoría gracias a la grabación junto a La Tempestad de Concerto, de Manuel de Falla, para IBS Classical. En su vertiente flamenca, los Premios de la Música de la Región de Murcia reconocieron la labor del Ballet Español de Murcia, en particular por su espectáculo Pasión Flamenca. Música y baile. Y, por último, el reconocimiento a Mejor Disco o Labor de Difusión de la Música sirvió a su vez de homenaje al ya legendario Tío Juan Rita -que falleció el pasado mes de septiembre a los 108 años- y a su Cuadrilla de Aledo, que se impuso a Los Mayos de Alhama y a la agencia Surefolk.

En una gala que contó con un sinfín de guiños y palabras cariñosas para los técnicos de espectáculos, promotores y las salas de conciertos -por primera vez desde que arrancara este certamen no se falló el premio al Mejor Festival-, merecen también una mención especial los galardones especiales, de asignación directa, que concede 'Hay un tigre detrás de ti'. El Premio a la Labor en la Cultura Musical fue para la Red de Auditorios y Centro Culturales de Murcia; el de los Medios de Comunicación, para la revista Mondo Sonoro, y el Premio Leyenda, para el compositor jumillano Roque Baños, que sucedió a Manuel Buendía Moreno.