Los seguidores de Paula Miñana (Murcia, 1978) en Instagram animaron a la influencer a escribir su primera novela, basada en los relatos cortos que ella iba publicando en dicha red social. Así, a día de hoy ha lanzado al mercado dos títulos con la prestigiosa editorial Espasa, ambos con la mujer como eje central: Nosotros en singular es tú y yo (2019) y Si sentara la cabeza, pensaría con el culo (2020). Vecina actualmente de Molina del Segura, sus libros abordan, principalmente, problemas sociales actuales y cotidianos, como son la violencia de género, la necesidad del feminismo, las diferentes perspectivas de maternidad o las infidelidades.

¿Qué hay de Paula Miñana en Ada y Cristina, las dos protagonistas de tus novelas?

De mí, tal vez un poco más en Ada. Realmente Ada y Cristina se componen de historias y conversaciones de mis amigas. Es curioso cómo el comentario más común entre mis lectores sea: «Estaba leyendo y veía a mi ex». Las historias que narro son sobre todo situaciones que pasamos de manera muy solitaria porque si eres infeliz con tu pareja, no sueles contarlo. Yo podría haber optado por escribir una novela más cruda y centrada en lo malo, pero lo que yo quería presentar era que sí es posible salir de eso, que hay otra vida mucho mejor y que se puede evolucionar.

De hecho, su primer libro empieza con la ruptura de una relación tóxica.

Sí, la idea del primer libro surgió porque quería visibilizar el maltrato psicológico. Todo el mundo reconoce el maltrato físico y lo repudia, pero la vejación psicológica es muy grave también. A este tipo de maltratador no le hace falta agredirte físicamente: ya te tiene dominada con una rodilla invisible en tu garganta sin la posibilidad de gritar y pedir ayuda porque te hace creer que no la necesitas. No es solo que te llame puta, sino que se adueña de tu voluntad completamente, te convence de que le debes algo y que vives con estabilidad gracias a él

¿Cómo es publicar un libro en mitad de una pandemia?

En un primer momento, la segunda novela se iba a publicar en abril de 2020, pero cuando nos estalló la crisis sanitaria del coronavirus en marzo todo se paralizó: las imprentas, las distribuidoras… Así que cuando todo volvió a funcionar se siguió adelante con el proyecto.

¿Cómo una novela puede salir de Instagram?

Yo subía a Instagram relatos sueltos y sin conexión entre ellos. A los usuarios les gustó y me animaron a que tenía que darle forma a la historia para escribirla en una novela. Y eso hice: ordené las ideas para que tuvieran conexión y la escribí. Primero quise publicarla en mi blog, pero al final lo autopubliqué en Amazon para tenerlo también en papel y así cuando sea anciana poder enseñárselo a mis nietos y decirles «la abuela publicó un libro». Pero un día mientras estudiaba en la biblioteca para las oposiciones recibí una llamada de una editora de Espasa y lo primero que pensé fue que era una broma de alguien. Luego busqué el nombre de la editora y resulta que ambas nos seguíamos en Instagram y que ella vio mis relatos publicados y que propuso mis escritos a sus jefes para publicarlos

En sus novelas hay reflexiones de las protagonistas en las que dicen que no es normal que tu pareja tenga celos de tu primo con el que te has criado y diga que ahora te mira las tetas.

De hecho, en estas novelas se han sentido identificadas, no solo las adolescentes, sino también mujeres de 30 y 40 años. Lo que pasa es que se ha normalizado las relaciones tóxicas. Hemos romantizado que si tiene muchos celos es porque me quiere mucho y porque el amor duele. No. El amor no duele. Puede tener sus dificultades, pero en el momento en el que tu pareja añada más estrés, más preocupaciones o dolor a tu vida, se debería plantear si esa relación te conviene. Muchas mujeres que sufren maltrato psicológico podrían apoyarse en su familia y amigos, pero el maltratador consigue arrancarla de ese entorno seguro y las aíslan.

Siendo maestra de Primaria y además escritora, en sus clases le dará mucha importancia a las letras. ¿Cómo animar a que los niños a lean?

La mejor manera de hacer que un niño lea es no obligarle a que lo haga. Lo primero y fundamental es predicar con el ejemplo. Es decir, yo siempre llevo un libro encima y los niños preguntan qué leo y en las explicaciones hago referencias a muchos libros. Así les creo curiosidad. Hay que prensentarles la lectura como una actividad divertida. También es importante respetar siempre sus gustos, porque a veces los adultos pecamos de querer que los niños lean libros que nos gustan a nosotros o que consideramos que son lecturas imprescindibles como El Quijote o El Principito pero a lo mejor eso a los niños de hoy en día que están acostumbrados a cosas más espectaculares en las pantallas, nos les interese.

«Mi abuelo me enseñó a leer a los tres años de edad con ‘El patito feo’»

En su nueva novela, que aún está escribiendo, afirma Paula Miñana que está explorando nuevos géneros alejándose un poco del humor ácido y acercándose al thriller.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

El patito feo. La anécdota en mi casa es que aprendí a leer a los tres años porque mi abuelo me enseñó. Mi madre creía que recitaba el libro de memoria pero no, resulta que lo estaba leyendo de verdad. No obstante, el libro que me marcó fue Paulina, de Ana María Matute. Para mí es un libro que huele y que suena por cómo de bien describe la autora todo lo que está ocurriendo en escena.

¿Qué fue lo primero que escribió?

Yo de pequeña escribía muchos cuentos. Me acuerdo de un pequeño cuentecillo que lo tendré por casa de mis padres que lo llamé Rafaela, la niña que buscaba un hombre nuevo. Trataba de una niña que no le gustaba su nombre y quería cambiárselo.

¿Alguna manía a la hora de escribir o de leer?

Manías como tal no, pero siempre escribo con música. En mis novelas hay muchas referencias a canciones. De hecho mis dos libros tienen una playlist en la plataforma digital Spotify que puede ir de Rocío Jurado a Queen. Es más, hay algún capítulo que ha surgido a partir de una canción y he querido meterla en los libros porque me ha inspirado a la hora de escribir el capítulo o la parte de esa historia. Y como lectora me gustan diversos géneros como la novela histórica, la urbana o la romántica. No tengo lugares favoritos para leer porque puedo hacerlo en cualquier momento. Eso sí, no soporto leer en la playa o en la piscina porque para mí es un foco de distracciones.