Saltó a la fama vestido con un mono rojo y con el nombre de Denver. Triunfa en el teatro con el monólogo Matar cansa y pronto le veremos encarnando al mismísimo Cid Campeador de la mano de Amazon Prime Video. Pero para el murciano Jaime Lorente todo eso no es suficiente; su faceta actoral, parece, no satisface del todo sus inquietudes artísticas. Por eso, ahora abre su Corazón en una nueva aventura profesional, ésta de carácter musical, que, asegura, «es la más honesta».

«Esta canción [Corazón, publicada casi por sorpresa a las doce de la noche de este viernes] es un espejo donde la gente va a ver quién soy literalmente; van a conocer al Jaime Lorente que soy en realidad, por lo que abrirme en canal de esta manera significa mucho para mí», declara el actor, emocionado por su debut dentro de la industria musical con un tema disponible ya en todas las plataformas digitales.

Sin embargo, ésta faceta del popular intérprete solo es nueva para el gran público. Y es que desde muy joven, Lorente (Murcia, 1991) se introdujo en el mundo de la música gracias a su hermano mayor, especialmente en el rap. Poco a poco y ya con un cierto conocimiento musical, empezó a componer canciones, a las que dota de un estilo particular: una simbiosis de hip-hop y pop. «Siempre me ha gustado rapear, desde crío lo hacía, pero nunca me lo he tomado en serio hasta ahora. Yo creo el confinamiento ha sido el que me ha dado el empujón definitivo para llevar más allá mi pasión por la música», afirma.

Corazón es el sencillo con el que el murciano ha decidido presentarse como músico y compositor: un tema de pop-rap intenso en el que crea un personaje para desnudarle completamente. «Es un reflejo de mi vida. Hay una especie de encuentro donde me veo a mí mismo de pequeño y me pregunto en qué me he convertido», añade. Pero a este tema principal, como en los vinilos o cintas clásicas, le acompaña una ´cara B´ a la altura: Acércate, que tiene una letra minimalista, íntima y certera, cantada con ese particular estilo del polifacético artista murciano.

A pesar de que Lorente no quiere definirse como músico -«No me atrevo, me viene grande»-, ha trabajado duro durante meses con el productor Pablo Gareta y algún músico de estudio, para desarrollar «sin presiones» un estilo artístico furiosamente personal. «Tengo suerte de haberme encontrado con él [Pablo]. Nos hemos hermanado y hemos trabajado juntos todo desde cero. La música es una prolongación de nuestra relación, por eso ha surgido de manera tan orgánica», explica el intérprete.

Mientras, continúa la experimentación en el estudio para lo que será su primer EP -«Quiero hacer algo más íntimo, más pequeño, un espacio reducido en el que vuelque todo lo que llevo dentro. No quiero hacer un disco de diez canciones como tal»- que espera publicar hacia primavera, y trabaja ya en la traslación al directo de su universo musical. «Cuando estemos preparados para ir con todo lo sacamos. Sin prisa, pero sin pausa. Y es que, al final he encontrado en la música una forma de comunicarme muy especial y el cuerpo me pedía desarrollarla», confiesa.

¿El año de Jaime Lorente?

Ahora, el joven que saltó a la fama gracias a Denver en La casa de papel y a Nano en Élite, se prepara para estrenar El Cid (18 de diciembre en Amazon Prime), otra gran producción con la que pretende «mostrar y enseñar» al público quién fue ese héroe. «No he querido hacer nada que ya se conozca, porque cuando uno interpreta a un héroe todo el mundo tiene ya en su imaginario cómo debe ser, y eso es realmente un suicidio, hace que termines haciendo un estereotipo más dentro de los que ya hay. Por eso, he intentado hacer un tío de verdad, que sí, que se termina al final convirtiendo en El Cid, pero que al principio es un chaval normal. Por eso estoy deseando que salga, para que la gente descubra esa verdad», apunta feliz el actor.

A pesar de que este año para Lorente está cargado de «buenos proyectos» que están triunfando entre el público -y así espera que la cosa continúe en el futuro-, el murciano no se atreve a decir que este es su año: «2020 no puede ser el año de nadie, lo digo de corazón. Ha sido un año de mierda y, por muchas cosas positivas que a mi me ocurran a nivel profesional o que me beneficien de algún modo, eso no va cambiar el resto de cosas terribles que estamos viviendo», concluye.