La ciudad de San Fernando (Cádiz) fue el lugar escogido para la primera presentación y proyección del documental El camino (2020), dirigido por José Manuel Colón; un filme de Alquimistas Producciones que aborda de manera profunda el origen y las consecuencias de la inmigración clandestina. ¿Y cuál es su vinculación con Murcia? Que uno de los tres principales protagonistas de la cinta es el sacerdote nigeriano Kenneth Chukwuka Iloabuchi, que ejerce su labor pastoral como párroco en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de La Hoya (Lorca) y en la de Santa Gertrudis de Tercia y Marchena, ocupándose al mismo tiempo de las ermitas de Aguaderas e Hinojar y de la capellanía en el hospital Rafael Méndez de la Ciudad del Sol.

El estreno, que tuvo lugar hace unos días en los cines Plaza, fue tan solo el inicio de un largo recorrido de presentaciones para El camino antes de que la plataforma de streaming Netflix distribuya la película por todo el mundo. Así, después de San Fernando -al pase asistieron autoridades de la localidad y de la provincia, además de miembros de los equipos de dirección y producción y parte del reparto-, el documental viajará por otros lugares de España y el extranjero. De este modo, está previsto que la gira continúe por Huelva, en una proyección en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y Madrid. A continuación, se visualizará en las Islas Canarias, Lorca (posiblemente en el teatro Guerra) y Murcia, lo mismo que en la ciudad italiana de Palermo, de donde proceden algunas de las imágenes.

Un proceso largo

El proyecto de la película comenzó hace ya más de dos años, y para alcanzar un metraje de 90 minutos, el rodaje se ha llevado a cabo en nueve países: España, Nigeria, Túnez, Marruecos, Mozambique, Ghana, Bruselas, Italia y Uganda. En concreto, en nuestro país el rodaje ha tenido lugar en Cádiz, Almería y Sevilla, aunque también aparecen escenas de Kenneth Chukwuka tomadas en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de La Hoya, oficiando la eucaristía con varios feligreses. En cada uno de los países citados anteriormente, el director, José Manuel Colón, ha intentado captar testimonios sobre este problema tan extendido por el mundo en la actualidad, con el peligro que supone caer en manos de las mafias que tanto daño están ocasionando a aquellos que deciden cruzar el Estrecho lapidando el poco dinero que tienen.

José Manuel Colón eligió al sacerdote Kenneth Chukwuka como uno de los principales protagonistas por la peculiar historia que hay detrás de él, ya que es un hombre que ha vivido en sus propias carnes el drama de las migraciones, siendo testigo, a la vez, del mal que causan esta mafias. Y es que el párroco 'lorquino' ha pasado de perseguido a preso, después fue náufrago y, tras haber soportado múltiples calamidades, el padre Kenneth ejerce como sacerdote en la Diócesis de Cartagena.

A los 17 años de edad, como otros muchos jóvenes, abandonó su país en busca de una vida mejor. Su sueño era llegar a Reino Unido, donde tenía un amigo, para estudiar allí la carrera de Derecho, pero de camino a España, la muerte lo miró a los ojos a bordo de una patera; un trágico momento que le cambió la vida para siempre. Aquel suceso y tres años viviendo en sus propias carnes el drama de la inmigración le sirvieron a Kenneth para encender la llama de su vocación.

Para entender su historia hay que remontarse hasta el año 1998, cuando Chukwuka toma la decisión de emigrar. El protagonista de El camino llegó a vivir en el desierto en condiciones infrahumanas tras convertirse en una víctima más de las mafias que trafican en África con seres humanos. Ellos le aseguraron que llegaría a España sin problemas y que desde allí podría viajar hasta Inglaterra, pero ninguna de esas promesas resultó ser cierta. A su llegada, Kenneth fue detenido por la Guardia Civil y, posteriormente, entregado a las autoridades marroquíes, que lo mantuvieron preso durante un mes; después, lo abandonaron en el desierto de Argelia a su suerte junto a otras sesenta personas.

En aquel vasto páramo se vieron sin dinero y sin comida, obligados a beber su propia orina para sobrevivir. Pero, un buen día, un pastor se cruzó en su camino y les indicó cómo llegar hasta un campamento junto a otros inmigrantes. Y su suerte cambió. Logró conseguir algo de dinero y durante tres semanas caminó nuevamente por el desierto, donde sobrevivió gracias a la ayuda de mujeres musulmanas que dejaban botellas de agua y trozos de pan por el camino. De nuevo en Marruecos, Chukwuka consiguió subir a bordo de una patera que hacía el viaje hasta España. Junto a él y quienes le acompañaban iba otra patera, que al volcar en el mar provocó la muerte de más de 100 personas. La tragedia la vivió de cerca el padre Kenenth, quien elevando los ojos al cielo prometió que si lograba salir vivo de aquella situación, dedicaría el resto de su vida a Dios y a los demás. Cumplió su promesa. Una vez en España, aconsejado por su madre, empezó a acudir a misa. Después de trabajar en los campos del valle del Guadalentín, un día entró en una iglesia de Murcia donde el sacerdote Jesús Abenza le recibió y brindó el apoyo que en esos momentos necesitaba. A partir de ahí, se hizo sacerdote.

Kenneth Chukwuka Iloabuchi es el menor de siete hermanos, y conoce como nadie el problema de las migraciones, asunto que ha llegado al cine a través del documental El camino, que podrán ver millones de personas en todo el mundo.