Clara Ledo, Sam Scasso, Lourdes Angosto, María Briones, Javier Cruzado, Paula Díaz, María Garberí, María Garres y Pedro A. Giménez son los nueve jóvenes artistas cartageneros que se han unido, una vez más, para mostrar su talento y creatividad en una muestra colectiva que, hasta el próximo 24 de noviembre, se puede visitar en la Sala Subjetiva Nicomedes Gómez del Palacio Consistorial de la ciudad portuaria.

El concejal de área de Cultura, David Martínez Noguera, les ha acompañado en la apertura de la nueva temporada expositiva de la sala, que recoge los frutos de la niciativa 'Arte en Casa' con la que estos nueve talentos «nos hicieron más placentero el período de confinamiento», apuntó el edil. «Ahora vuelven a hacernos disfrutar con sus obras», añadió.

María Briones Ballester, por ejemplo, presenta algunas de las obras que forman parte del proyecto Color y furia, en el que, a través de reinterpretaciones del color de las fotografías originales, revindica la memoria del paisaje de La Unión. Por su parte, Pedro A. Giménez Saura expone cuatro obras pertenecientes a la serie #ConfinArte, con la que rinde homenaje a las cuatro cofradías de la Semana Santa cartagenera.

El proyecto de María Garberí también nace a consecuencia de la covid-19. La artista exhibe composiciones con imágenes de las ventanas de distintas personas, «tratando de convertir aquello que mirábamos desde el interior de nuestra habitación en algo plural, buscando conectar nuestras miradas desde dentro hacia fuera, pasando de lo individual a lo colectivo». Mientras, Javier Cruzado es el autor de la instalación Fotografía, un olvido y tinta, con la que pretende reflexionar acerca del olvido, la memoria y la historia compartida.

Lourdes Angosto presenta dos obras: Deceso y Etéreo, sobre el «comportamiento egoísta generalizado de la humanidad», y María Garres Sánchez, una: Sólo pienso en ti, «un dibujo que evoca la añoranza en tiempos de ausencia». Por su parte, Paula Díaz se inspira en la indumentaria de luto de las mujeres del siglo XVIII, con el fin de «extrapolar conceptos estéticos y referenciales de la sociedad machista de la época».

Por último, Clara Ledo, que se ha especializado en las ramas de la ilustración y la pintura mural, muestra Moolight I y II, mientras que Sam Scasso, «desde un prisma onírico y nostálgico», escenifica su inconsciente a través de fotografía y poesía.