Escuchando a Copper Age todavía se puede explicar por qué algunos adolescentes perdidos se siguen enganchando a la música de guitarras, por qué desean que el camino al instituto no acabe nunca y no sea necesario sacarse los auriculares y volver a un mundo del que no entienden absolutamente nada. Sí: el solar -«porque lo dejamos todo hecho un solar»- stoner del trío ceheginero va a la raíz del rock, del blues electrificado, en el fondo, sin trucos ni miradas al tendido. Después de su debut, Inapertativo (2018), Mateo Puerta, Salvador Sánchez y Fernando Robles han publicado este año Buerismo, un disco instrumental en el que mezclan abrasión con psicodelia, western y, quién lo diría por estos lares, experimentación. En un mundo en que hasta el cuero es sintético, es difícil no recibir a Copper Age como agua de mayo.

Hacen stoner y, en pleno 2020, han sacado un disco instrumental de casi hora y media. ¿En qué influye que los tres sigan teniendo el grueso de su vida en Cehegín para que vayan tan a su bola?

Mateo Puerta: Seguramente, el empezar a tocar alejados de un núcleo urbano grande y no estar cerca de bandas y personas que hacen música ha hecho que nos retroalimentemos entre nosotros y no busquemos influencias fuera del grupo. A parte de eso, empezamos teniendo muy claro que íbamos hacer lo que quisiésemos, sin buscar agradar más o menos a un público determinado (porque tampoco existía).

C onsiguen hacer local una música que proviene del desierto americano. Suponemos que no hace falta irse a Mojave para hacer este tipo de música. Vivir en el sur de España también proporciona un sustrato...

Salva Sánchez: Ensayamos en medio del campo y seguramente ir de camino al local pasando por terrenos kilométricos de almendros y tener que quitarte el barro de las zapatillas antes de ponerte a tocar hace que te salga este tipo de música.

El portal Mr. Doom publicó vuestro último disco, Buerismo (2020). ¿Cómo llegaron a ustedes?

M. P.: Mr. Doom es un canal de difusión de música stoner y otros estilos próximos que tiene una trayectoria gigantesca. Llevan muchísimos años compartiendo álbumes de bandas independientes de todo el mundo y cuentan con muchísimos seguidores, entre ellos nosotros. Cuando el Buerismo estaba listo para ser lanzado, pensamos que era una buena idea sacarlo por ahí. Y fue realmente fácil. Un correo contándoles lo que hacíamos y dándoles a escuchar nuestra música y al día siguiente estábamos en su canal.

Como la mayoría de bandas que han hecho una trayectoría en el stoner, parten de ahí, de esos bajos pesados, de esa distorsión y ese ritmo machacón, para llegar a otros lados. ¿Creen que el stoner está inexplorado como base para experimentar?

Fernando Robles: El stoner está muy explorado. Lo que sucede es que después la gente no se acuerda.

En sus canciones anteriores se intuía un poso psicodélico, pero en Buerismo se oyen pasajes que bien podrían acompañar a secuencias de Sergio Leone. ¿Tienen el western entre ceja y ceja?

S. S.: El western forma parte de nuestra vida, al igual que la música. Somos grandes aficionados de este tipo de cine, y sería delito no serlo estando en la tierra del spaguetti western. Digamos que vivir en una zona desértica nos ha transformado en ese famoso triello creado por Sergio Leone con Tuco, Angel Eyes y Blondie, solo que al noroeste de la Región.

Con Buerismo han llegado al público internacional. ¿Qué diferencias han notado con respecto al público español?

M. P.: Eso ha sido una sorpresa; no esperábamos para nada llegar a un público tan amplio fuera de nuestro país. Seguramente, la mayor diferencia es que el público internacional se está gastando el dinero en nuestra música. Ahora mismo, la única forma de adquirir el Buerismo es en digital mediante Bandcamp y prácticamente todas las compras de este disco vienen de fuera.

También participaron en un homenaje al flaco Spinetta. Se suele decir que en Argentina todo lo relacionado con la música de guitarras está más enraizado, que ha llegado a ser incluso un tipo de folklore. ¿Habéis notado eso en algún momento de este proyecto?

M. P.: Se podría decir que sí. Es flipante ver lo arraigada que está la música rock en su cultura y la forma de crear y adorar ídolos que tienen. Lo cierto es que desde el primer momento notamos el respeto y la ilusión por lo que se estaba haciendo de todas las bandas que formaron parte del proyecto.

¿A qué creéis que se debe?

M. P.: Pues no lo sé, aunque creo que la pasión e intensidad de la música rock y su actitud reivindicativa casan muy bien con el espíritu latino.

A diferencia de un gran número de bandas, con Copper Age han superado la adolescencia tardía, esas edades en las que cada año parecen cien. ¿Cómo es hacerse adulto con la banda que tenían cuando no lo eran?

M. P.: Buena pregunta. Esto es algo que suele ser complicado... Creces y tus metas, ambiciones y forma de entender la música evolucionan. Tampoco somos una banda con 40 años de trayectoria, pero creo que si este proyecto ha sobrevivido a ese salto de tiempo es porque ha evolucionado con nosotros. Resulta muy reconfortante ver que la banda está viva y marcha hacia lugares que van cambiando conforme vamos madurando.

Fernando y Salva, son grandes estudiosos de lo que podríamos llamar la 'mecánica musical': tunean guitarras, alteran amplificadores... ¿De dónde viene este afán por trajinar los aparatos?

S. S.: Es la inquietud por explorar el máximo potencial de un instrumento o amplificador. Cuando compramos algo siempre intentamos darle la vuelta de alguna manera, ya sea modificando la electrónica o simplemente repintando el cuerpo. Personalmente, es una de las cosas que más me gusta de este mundo.

Supongo que con esos experimentos habrán llegado a sonidos diferentes...

S. S.: Claro, un amplificador de stock no deja de ser un aparato que tienen miles de personas, ya sea nuevo o vintage. Lo mismo pasa con los instrumentos: siempre tendemos a modificarlos para que sean lo que nosotros buscamos, y de ahí nuestro sonido tan particular.

¿Cómo se plantea el último tercio de 2020 y el 2021 para Copper Age (Pandemia, en la medida de lo posible, aparte)?

M. P.: Nuestra idea era tocar y dar a conocer el Buerismo, pero eso ahora mismo es prácticamente imposible. Por lo que intentaremos dar los conciertos que sean posibles con esta situación y seguiremos buscando las formas de llegar a nuestro público; a poder ser, sin dar mucha vergüenza ajena. Es muy posible que dentro de poco lancemos unos cuantos temas y demos para la gente que nos sigue.