La publicación en Madrid (Verbum) del libro de David González Ramírez Ángel Valbuena y Gustavo Gili: avatares editoriales de la 'Historia de la literatura española (1927-1983)' devuelve a la actualidad el ingente trabajo editorial de uno de los catedráticos más valorados de la historia de la Universidad de Murcia. Ángel Valbuena Prat (1900-1977) obtendría, en plena juventud, en 1925, la cátedra de Lengua y Literatura Españolas de la Universidad de La Laguna. En 1931 gana, en otras oposiciones, la cátedra de Barcelona y comienza allí una amplia labor editorial. Pero, tras la Guerra de España y después de un expediente de depuración, es degradado y trasladado forzosamente, en 1943, tras cuatro años de espera sin sueldo alguno, a la Universidad de Murcia, en la que habrá de permanecer hasta 1964, cuando, mediante una nueva oposición, obtendría la cátedra de la Universidad Complutense.

Coincidiendo con su llegada a Barcelona en 1931, el editor Gustavo Gili Roig decidió poner en marcha un proyecto que acariciaba desde hacía tiempo: publicar una Historia ilustrada de las literaturas hispánicas e hispanoamericanas, plan que acabó convirtiéndose, años más tarde, en la Historia de la literatura española de Ángel Valbuena Prat, cuya primera edición aparece en plena Guerra en 1937.

González Ramírez establece en este libro el alcance histórico-crítico de la empresa y la ilusión con la que Valbuena acogió la propuesta. A partir de la correspondencia entre el historiador y el editor, durante casi cuarenta años, revela la gestación y el desarrollo de la obra hasta la edición póstuma que cuidaron Antonio Prieto y Pilar Palomo ya en 1981.

González Ramírez parte en su estudio de los primeros contactos para destacar, ya desde el principio, que la Historia de la literatura española es una obra «más humana que erudita», y analiza los orígenes del proyecto y los contratiempos y demoras que van surgiendo año tras año, entre 1931 y 1937. El capítulo más apasionante es el dedicado a «la Historia de la literatura española bajo sospecha: expediente de depuración y amaño editorial».

Interesa recordar tal expediente y que los argumentos que el juez instructor, Francisco Gómez del Campillo, catedrático de Derecho Canónico y rector de la Universidad de Barcelona, utilizó para nada menos que proponer la expulsión de Valbuena de la Universidad, en octubre de 1940, se basaban en un par de notas incluidas en dos libros suyos: en la Historia de la poesía canaria y en la Historia de la literatura española, ambas de 1937. La primera nota decía, en torno a la desaparición del poeta Luis Rodríguez de Figueroa: «En la guerra actual (1936), de las noticias que poseemos se desprende que ha sido fusilado por los rebeldes, en tierras de Canarias; hecho lamentable que habría que añadir a la serie que culmina en la muerte del gran Federico García Lorca». La segunda nota, integrada en la Historia de la literatura, decía, refiriéndose precisamente a García Lorca: «Indicamos la fecha de muerte, ya que todas las noticias que hasta ahora se poseen, tristemente no rectificadas, declaran su dramático fin, en la actual guerra española, fusilado por los rebeldes en tierras de Granada en agosto de 1936».

Además, el juez instructor, con un celo y rigor sin duda excesivos, en su pliego de cargos, señalaba algunos aspectos de la Historia de la literatura, cuyo tratamiento no estaba muy de acuerdo con el pensamiento del nuevo régimen: erasmismo, figura de Felipe II (al que Valbuena denomina «monarca pálido y chiquito»), simpatía con el pesimismo derrotista de los escritores del 98, y, sobre todo, estudio de poetas como García Lorca o Rafael Alberti. Como señalaba el celoso juez instructor, «sería verdaderamente dañoso para los intereses de la Patria y el prestigio de la Universidad, mantener en sus cátedras a personas de tan peligroso conformismo y aquiescencias». Curiosamente, lo que hizo la editorial fue amañar una edición corrigiendo estos excesos y suprimiendo lo que pudo, en la que David González denomina «la edición encubierta de la posguerra» (quizá de 1939).

Los restantes capítulos del libro relatan la revisión y decadencia de la obra (entre 1946 y 1968), su composición y reescritura, con las correcciones y sugerencias de algunos colaboradores, que fue integrando don Ángel en las ocho ediciones. Refiere además el proyecto malogrado de una Historia de la literatura española ilustrada y el postergado y reconducido de la Literatura hispanoamericana, y se completa el volumen con un extenso epistolario inédito que permite conocer de forma directa los pormenores de todo cuanto este documentado ensayo descubre. Nuevos datos para conocer mejor una de las figuras más prestigiosas de la historia de la Universidad de Murcia.