Mañana se inaugurará, a las ocho de la tarde en el paseo Agustín Herrerín de la playa de la Ermita de Mazarrón, la exposición Esculturas monumentales, de Juan Méjica.

La muestra es resultado de la colaboración entre la Fundación Méjica y el Ayuntamiento de Mazarrón, quienes con esta iniciativa pretenden «acercar este verano el arte a vecinos y visitantes».

Juan Méjica es un reputado artista asturiano de amplia trayectoria, tanto a nivel nacional como internacional. La exposición, que se podrá contemplar hasta el cinco de octubre, incluye siete piezas de grandes dimensiones -casi cuatro metros de altura y cinco toneladas de peso- , y se ha mostrado ya con notable éxito en 44 ciudades españolas en una muestra itinerante que arrancó en Oviedo a comienzos de 2010.

Entre otras ciudades, ha visitado Sevilla, Valladolid, Málaga, Cáceres, Granada, Gijón, Cádiz, Ávila, Huelva, Mérida, Algeciras, León, Burgos, Jaén, Puertollano, San Fernando, Úbeda , Zamora, Fuengirola, Tarragona, Córdoba , Getafe, Toledo, Jerez de la Frontera, Ciudad Real o Badajoz.

Obras de gran potencia expresiva

Estas grandes esculturas en la calle nos descubren algunas de las piezas tridimensionales más representativas de la Galaxia Méjica.

Se trata de esculturas que reinterpretan en una aleación de acero y cobre sus motivos más reconocidos, como pueden ser el toro, el asturcón, el tejo o el mundo antropomorfos. En cualquier caso, y como suele ser habitual cuando se habla del artista asturiano, hablamos de obras despojadas de cualquier elemento «accesorio e innecesario» y convertidas en «iconos de gran potencia expresiva» por su carácter simbólico y sus formas extruidas.

En suma, Esculturas monumentales es una exposición que reúne tradición y vanguardia, figuración y abstracción, a través «de un lenguaje tan expresivo y personal como el de Méjica».

Desde luego, su imponente presencia contribuye a la familiarización de los ciudadanos con la escultura contemporánea, así como a «descubrir el diálogo de las piezas con el propio entorno urbano». Con esta inauguración, Mazarrón da el pistoletazo de salida a un verano atípico.