El cantante murciano Blas Cantó ya estuvo a punto de representar a España en el festival Eurojunior (la versión infantil de Eurovisión) pero se quedó a las puertas porque la elegida fue una niña pizpireta llamada María Isabel con su Antes muerta que sencilla. En 2020, este artista a quien no le ha importado mostrarse vulnerable y desnudarse está viviendo sus particulares días de vino y rosas: fue designado para Eurovisión, que no pudo celebrarse por la pandemia, aunque va a tener una segunda oportunidad en 2021 y será quien viaje a Rotterdam para representar a España, con otra canción. Blas Cantó, como aquellos murcianos de dinamita que citaba Miguel Hernández, no está dispuesto a rendirse y sigue luchando contra la adversidad.

P ¿Cómo ha sido tu confinamiento? ¿Dónde lo has pasado?

R He estado en Molina de Segura durante dos meses. Fui a ver a mi madre y allí me quedé. Nadie sabía la magnitud del asunto, y era impredecible, así que allí he estado todo el tiempo

P Tú naciste en Ricote. ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?

R Recuerdos bonitos casi todos. He estado rodeado de gente maravillosa. Recuerdo a las monjas que eran mis vecinas, al cura, a la familia, y la verdad es que lo tengo muy presente. Hay etapas de mi vida que se me han olvidado un poquito , pero mi infancia la recuerdo como si fuera ayer.

P ¿No te parece un poco pronto para escribir tus memorias?

R (Ríe) No lo llamaría 'memorias'.

P ¿Cómo lo llamarías?

R Una reflexión a corto plazo. Es una manera de decir que me apetece contar todo lo que he vivido para que me conozcan más. Después de 20 años de carrera, creo que es importante para mí que, cuando escuchen mis canciones, me vean y me escuchen de verdad, y eso no lo puedo hacer de otra manera que sincerándome y contándoles de donde vengo.

P Lo cierto es que tienes, pese a tu juventud, una carrera. Con 8 años, ganaste la final regional del 'Veo Veo', y en 2004 intentaste ir a Eurovisión presentándote a Eurojunior . A los 18 años te integraste en Auryn, donde permaneciste hasta su disolución en 2016. Esa sería la primera etapa. ¿Qué has destacado en tu libro?

R Toda la gente que me hizo estar ahí, lo que viajé a través de la música, lo que aprendí, pero te tengo que decir que escribí de este libro varias versiones.

P ¿Tiraste de la autocensura o usaste mucho el borrador?

R No, que tenía tantas cosas que contar que hubo que seleccionar muchas, y otras no las pudimos ni escribir; se quedaron fuera, no cabía todo. Me daría para hacer una segunda parte del libro, sobre todo porque hay capítulos en los que hablaba de mi abuela, o por ejemplo de Toni Aguilar, que ha estado a mi lado tantos años. Daría para hacer otra transcripción de mi historia desde diferentes puntos de vista.

P Cuándo empezaste a hacer Historia de una estrella sin nombre, ¿qué te proponías?

R Pues quería desnudarme, mostrar los pensamientos más profundos de mi ser, porque al final vamos muy rápido. Incluso me paraba a recordar con mi madre o con amigos cosas que ni siquiera recordaba. Para mí era importante hacer un repaso de los momentos clave que me han traído hasta aquí como ser humano, no tanto a nivel profesional como personal. ¿Qué es lo que pienso, lo que pasaba, cuando experimenté la soledad por primera vez? Finalmente se han convertido en un viaje que creo ha sido terapéutico para mí.

P ¿Sueles escribir?

R Suelo escribir, sobre todo canciones. Es distinto, porque en las canciones tiras de metáforas, cuentas historias cercanas, no todo son vivencias propias, pero esto era más real, como desnudarme. Creo que no hay otra palabra que lo describa mejor...

P Tu vida sentimental no aparece muy reflejada en el libro...

R Pues es que hay cosas más importantes en mi vida que todo eso (risas), porque cuando quieres que te conozcan por dentro es importante focalizar. Preferí hablar de otras cosas; bueno, mi vida sentimental sí aparece cuando hablo de determinadas canciones o de historias que me han pasado. Pero creo que no podemos hablar de con quien hemos estado si las otras partes no están de acuerdo en que se haga público. Todos debemos cuidar eso, y más cuando es un libro que se va a publicar...

P Con esto te refieres también a lo que hace unos días declarabas en La Resistencia: que había cierto jaleíllo con Auryn.

R (Risas) Pues hablo de lo bueno y de lo malo, y soy bastante honesto. Lo que pasa es que hay una diferencia entre decir que hubo problemas y especificar qué clase de problemas hubo. Por mi parte y por la de todos. Creo que el respeto se basa en eso también. Decir que todo era de color de rosa es una mentira, pero, como en cualquier familia, siempre hay alguien que se sale del tiesto, y uno mismo también comete errores. Creo que es importante ser honesto, pero también respetuoso.

P Las despedidas suelen ser dolorosas. ¿Cómo ha quedado vuestra relación en Auryn? ¿Hay aún algo que resolver?

R Yo creo que lo que tenemos que resolver hay que hacerlo en el escenario. Hay que regresar algún día. Imagínate dentro de 10 años, un concierto en el que podamos estar juntos y recordemos lo que fuimos y dónde estuvimos, quién estuvo con nosotros. Creo que es una manera de agradecimiento bastante auténtica, y se cerraría el círculo. Sería maravilloso.

P La segunda parte de este libro comienza con tu carrera en solitario, ganando el programa Tu cara me suena y estrenando tu primer single, In Your Bed. Hace algo más de un año, en septiembre de 2018, salió tu álbum Complicado, que se convirtió en solo una semana en el más vendido del país, y finalmente llegó tu nominación a Eurovisión. Esta parte es más breve, ¿pero ofrece más contenido?

R No lo sé. Supongo que a veces las cosas pasan de una manera mágica. Yo me presenté a Eurovisión por primera vez con once años. Era para el certamen infantil, y ha ido ligado a mi vida siempre. Hay muchos capítulos escribir. Este año no se ha podido escribir de la mejor manera, pero esperaremos al 2021. Al final esta carrera es muy difícil. Se trata de estar, de hacer, de crear y de ser sincero con lo que has hecho en cada momento de tu vida, a nivel musical, por supuesto.

P Te presentabas con una canción compuesta por ti. ¿Tenías en cuenta Eurovisión cuando compusiste Universo?

R Pues en algunos momentos sí y en otros no. Creo que es importante hacer lo que uno siente en cada momento de su vida, porque es lo que te va a representar, y, por otro lado, tener en cuenta dónde vas. Hay partes en la canción que estaban hechas expresamente para Eurovisión; pensábamos en la puesta en escena, en la espectacularidad, pero yo también quería pensar en la honestidad de cómo me sentía en ese momento , qué es lo que quería contar, y creo que eso es de lo más importante, porque al final lo tienes que defender de una manera real y sentirte cómodo en el escenario.

P Creo recordar que te gustaba la idea de cantar descalzo como Sandie Shaw.

R Eso es. Lo valoramos muchísimo. Era pronto para decidirlo, porque se paró a finales de febrero, que fue cuando hicimos el último ensayo. Entonces había muchas cosas por construir; todo eso tenemos que construirlo de nuevo. Ahora ya no se si iré descalzo, si iré vestido o cómo iré, pero estamos trabajando para conseguir algo mágico.

P ¿Había algún tipo de mensaje implícito en Universo?

R Sí, creo que la diversidad era importante en la canción, ser fiel a uno mismo, decir lo que uno piensa; era importante plantarle cara a tu pasado y ser valiente. Había muchas cosas en la canción, y mucha alma, la verdad.

P Ahora que hablas de la diversidad, Hungría, que está tomando una deriva preocupante, ha renunciado a participar en el festival porque considera que es demasiado gay. ¿Qué te parece?

R Me parece que atenta contra los derechos de la gente de allí. Que una cabeza piense así no tiene por qué censurar eso para adoctrinar a su pueblo; creo que atenta contra los derechos humanos. Me parece que los demás tenemos que seguir invitándolos, luchar por los derechos. No quieren reconocer que somos diferentes, que en el mundo nadie es igual. Lo importante es compartir para que las mentes se vayan abriendo poco a poco. Es que, en España, cosas así pasaban hasta hace bien poco, pero el machismo, la homofobia, sigue existiendo en el mundo, y tenemos que colaborar para que todo eso vaya desapareciendo.

P Cambiando de tema, me cuesta creer que sea cierto que a tu abuela no le guste la canción con la que ibas a representar a España en Eurovisión.

R (Risas) A ella no le gusta la mayoría de las cosas que hago, porque si fuera por ella tendría que cantar Granada de Agustín Lara, y siempre me lo repite desde que tenía 8 años: «¿Por qué no la cantas?» A las abuelas les gusta la copla, el folclore español. También le chocó que cantara en Auryn o el Él no soy yo (y a mí también a veces me costaba oírme cantarla). Ahora ya sí le gusta, pero le costó un poco.

P Representarás a España en 2021, pero con otra canción...

R Nosotros nos adaptamos a las normas, y es importante saber que es una nueva oportunidad. ¿A quién no le iba a gustar tener otra oportunidad, llevar otra canción, sorprender de nuevo? Es muy excitante. Creo que al final se trata de vivir lo que está pasando ahora y de adaptarse a los nuevos tiempos, tratando de evitar que haya más muertes por coronavirus.

P ¿Universo ha marcado un antes y un después en tu carrera? ¿Te veías ganando Eurovisión?

R No lo sé (risas), pero sí veía mucha emoción, veía un país unido. Es lo que yo quería transmitir con mis entrevistas, con mi manera de ser en el escenario. Quería que todo el mundo se sintiera orgulloso y que estuvieran emocionados ese día; no sé si ganar, pero es que es muy relativo porque, parece un tópico, pero yo ya estoy ganando estando en Eurovisión. Esta familia es impresionante, y nadie sabe las dimensiones que tiene hasta que dices que vas a ser tú el que representa a España en el festival, y no he recibido tantos mensajes en mi vida. Es impresionante lo que supone el festival para tanta gente. El espíritu ha de ser ganador, pero con una dosis de realidad, y es que Eurovisión son muchas cosas, son canciones, pero también es puesta en escena, momentos de la vida. No sólo es música.

P Una paisana nuestra, Ruth Lorenzo, también participó en Eurovisión. ¿Hablaste con ella, le pediste consejo, le preguntaste cómo va esto?

R Sí, estuvo muy preocupada de mí durante todo el proceso. Ruth es una persona muy entregada, muy cariñosa, es espectacular, también Pastora Soler, por supuesto, Soraya, Edurne... Todas ellas han estado muy encima de mí desde que supieron que yo iba a ser el representante del festival. Al final es eso. Hacer una buena actuación, estar contento con lo que haces y seguir a otra cosa, porque hay grandes carreras antes y después de Eurovisión.

P Eres un artista murciano, aunque has hecho fuera prácticamente toda tu carrera. ¿Te llega la onda de lo que está pasando musicalmente ahora en Murcia? ¿Conoces algunos grupos?

R Me llega Viva Suecia, me llega Road Ramos, Muerdo, que es de Molina de Segura, me escribió hace poco, además, estuvimos hablando hace dos o tres días. Está en Argentina. Me llegan muchas cosas, y me sorprende la cantidad de artistas que hay de Molina de Segura (risas), y también está Funambulista, Diego, que estudió en el instituto Vega de Thader, como yo, en Molina de Segura. Road Ramos también es de allí.

P Va a ser como el meteorito aquel que dicen respecto a los escritores: según la leyenda, cayó un meteorito en Molina y salieron un montón de escritores. Con la música va a ser otro tanto.

R ¡Eso es! Yo quería ver el meteorito; hay una conmemoración de él en el Paseo Rosales, creo, pero sí, eso dicen. Yo espero que me consideren uno de ellos [risas], porque al final hago algo un poco diferente, hago pop, y me gusta lo que hago, pero cuando lo comparo con gente tan indie como Muerdo o Road Ramos hay una conexión increíble. He tenido más conexión con Rocío que con mucha gente del pop. Es impresionante lo que se puede sacar de ahí.