'Teatrabstralia' es un juego de palabras entre 'teatro' y 'abstracto', términos que en principio no parecen tener un nexo en común. Sin embargo, la artista y profesora Teresa Colomina parece haber excavado con ambas un camino hacia su memoria cultural. Así lo explica: «A través de la pintura abstracta es posible expresar emociones mediante el uso del color. Y para llegar a entender un personaje teatral es necesario investigar sobre sus pasiones y anhelos».

Con esta premisa, Colomina ha dado forma a una muestra que desde hace unos días puede visitarse en la sala pequeña del Museo de la Universidad de Murcia (junto al cuartel de Artillería). Se trata de Teatrabstralia -por supues-to-, una colección de piezas que, en cierto modo, funcionan como un estudio de las emociones, el color y de algunas de las figuras más representativas del teatro clásico a través de la pintura abstracta. En concreto, hablamos de Julieta, Ofelia, Hamlet, Yorick, Segismundo y Celestina.

«Colomina crea espacios utilizando colores dominantes para hacer aflorar las sensaciones que estos personajes dramáticos llevan en su maleta teatral», señala el dramaturgo Fulgencio Martínez-Lax, quien le dedica a la artista un pequeño texto en el catálogo de la muestra. Y no va desencaminado el murciano. De hecho, la creadora asigna un color base a cada uno de sus personajes, y sobre él trabaja. Celestina, por ejemplo, ha sido asociada con el color negro, que encarna el miedo, lo tenebroso y oscuro de una mujer que posee una psicología oscura y egoísta. Por otro lado, y siguiendo la tradición occidental del color blanco -que representa pureza y tranquilidad-, Ofelia es obediente e inocente.

No obstante, es Yorick la pieza más destacada al escapar de la línea de lo abstracto para situarse en un espacio simbólico y conceptual. Un cráneo con una imaginería que da apariencia de mapa mundi; «un recorrido por la melancolía y la muerte de Hamlet a través del cráneo de Yorick, que acepta el destino humano como un final inexorable y absoluto», recuerda Lax.