Murcia es tierra de escultores, de eso no hay duda. De aquí han salido artistas como Elisa Séiquer, Cristóbal Gabarrón y prácticamente todos y cada uno de los miembros de la familia Martínez, con Anastasio, su hijo Nicolás, su nieto del mismo nombre y su bisnieta María Luisa a la cabeza. También, claro, Antonio Campillo y, por supuesto, Francisco Salzillo. Vamos, que el que pisamos es terreno fértil para estos creadores; muchos de ellos, de amplio reconocimiento mucho más allá de nuestras fronteras regionales y, algunos, tal vez menos presentes en 'casa' de lo que deberían... Por ello, recordar su obra es una obligación; pasear entre sus piezas, un deleite. Y, desde hace unos días, quien 'ofrece' esa posibilidad es José Hernández Cano (1032-2017), «uno de los grandes», según apunta la Consejería de Cultura en un comunicado de prensa.

Hablamos de Por instinto, una muestra que será visitable hasta el 19 de abril y que repasa, en el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam), la trayectoria profesional de un artista «hecho a sí mismo, enamorado del arte y la historia, de fuertes creencias e ideales, observador y amante de la naturaleza y la tierra». Así se refería a él el director general de Bienes Culturales, Rafael Gómez, durante la presentación de la exposición, que permite ver en este espacio por primera vez la obra de Hernández Cano; y eso que la Comunidad posee Las corredoras de relevos, pieza del murciano premiada en la Bienal de Escultura del año 1986.

Por instinto adentra al visitante en el universo creativo de José Hernández Cano a través de los temas que el escultor solía representar en sus obras: el retrato, el desnudo, el estudio reinterpretado de las grandes creaciones de la historia del arte, los animales, los toreros y toreras llenas de gracia, movimiento y delicadeza, etc. Asimismo, la exposición recoge sus muestras de arte religioso, pasional o de altar, monumental o íntimo. Mármoles, barro cocido, policromado y patinado y bronces son los materiales que se pueden encontrar en las sesenta esculturas expuestas.

Gómez insistió durante el citado acto en que en esta exposición «podemos contemplar la producción de un artista completo que forjó su destino en Murcia, renunciando, por amor a su tierra, a obtener una mayor proyección trabajando fuera de ella, deseando poder estar cerca de la huerta que tan dentro llevaba, de su querido mar de Mazarrón, de los paisajes y cielos de esta Región que tanto amó». Así lo confirmaron las comisarias de la exposición, su hija María Isabel Hernández Monllor y la técnico del Mubam Elisa Franco, quienes han trabajado en esta muestra -que se ha gestado a lo largo de dos años- por encargo del propio Hernández Cano, fallecido en septiembre de 2017.