Tres amigas sesentonas quedan para tomar un chocolate y ahondar en la cotidianidad de su día a día como jubiladas. Todo parece normal, pero pasados cuatro meses de este reencuentro, una cascada de acontecimientos inesperados, ligados al amor y a la infidelidad, y coincidentes en el tiempo, irrumpen en sus vidas. Los daños colaterales que va a dejar esta incidencia van a desbaratar su amistad. Esta es la trama de Sucedió en el Malecón, la novela que ha presentado recientemente en La Casa del Libro de Murcia Lola de la Cruz, en la que habla de lo frágil que es hoy en día la fidelidad: «Historias así pasan todos los días. De hecho, el caso de una amiga a la que su marido le dejó tras muchos años de matrimonio para irse a vivir con uno de sus alumnos me ha inspirado para escribir esta historia, porque me impactó», cuenta.

Amores correspondidos y no correspondidos, celos, sospechas, venganza... todo un cóctel de emociones componen lo nuevo de la escritora murciana. «En la novela se tocan varios temas. La soledad, por ejemplo, cómo ellas se sienten abandonadas por sus maridos... viven en pareja, pero se sienten solas. Esa indiferencia y menosprecio hacia ellas les lleva a pensar que su atractivo, físico e interior, ya no cuenta». Y si hay algo que la autora quiere reivindicar en su novela es que «todas las mujeres deberían ser amadas como se merecen»: «Hay realidades que son así, y en el tema sexual lo mismo. Parece que cuando las mujeres cumplimos sesenta años desaparecemos como una pompa de jabón, ya eres mayor y eres mayor para todo. Y el trasfondo de la novela es ese, enviar el mensaje de que todas las mujeres deberían ser amadas como se merecen».

Una trama ambientada en Murcia, una historia donde -como bien indica el nombre del libro- los acontecimientos más destacados suceden en el Malecón, pero donde también tienen cabida rincones como la plaza del Cardenal Belluga, el bar de la Fuensanta, Algezares... «salen unas poquitas cosas de Murcia, lo mismo que he querido meter alguna pincelada de expresiones nuestras». Y es que a Lola de la Cruz le gusta «llevar lo nuestro» por bandera; de hecho, en Onda Cero colabora con su sección 'Estoy enritá', analizando, de forma simpática, temas de actualidad y acercando a los oyentes la 'llengua murciana'.

«Además, soy muy aficionada al Panocho», recalca; de hecho, en marzo recibió el primer premio de narrativa en el XXVI Certamen Literario de Guadalupe por una poesía escrita en esta lengua antigua murciana. «Me sentí muy feliz. Yo lo había presentado por probar, no me lo esperaba... porque muchas veces cuando estás escribiendo no sabes si lo estás haciendo bien, y cuando alguien te hace un reconocimiento te lleva a pensar 'bueno, no lo haré tan mal, ¿no?'».

La humildad es sello de Lola de la Cruz, quien reconoce que le cuesta mucho llamarse escritora: «Si escribo, seré escritora, pero prefiero definirme como una narradora de historias cotidianas», apunta, porque describe sus novelas como «cercanas, que cuentan historias que nos pueden pasar a cualquiera de nosotros». Varios amigos le insisten, por qué no hacer novela histórica, pero ella lo tiene claro: «Yo ya no tengo edad para eso, si tuviera 30 sí, pero tengo 65. No tengo tiempo de ponerme a contrastar datos históricos, tengo tiempo para expresar lo que yo quiero, y punto y final».

Lola de la Cruz ha desarrollado la mitad de su vida profesional vinculada a la administración y, la otra mitad, al comercio, como propietaria de un establecimiento de lencería durante más de una década. ¿Por qué ese salto al mundo de la literatura? «Bueno ha sido un salto en parte, porque yo he escrito siempre, aunque cosas para mí, pero la gente me preguntaba '¿por qué no te animas a publicar?', y quise probarme a ver si era capaz. Y lo fui». Así, con su primera novela, de gran acogida, Una vida en una noche, dos mujeres y un látigo, cumplió un sueño. «En esta historia me inventé una vida para una señora que realmente existió en Murcia, una indigente que yo conocí en la adolescencia y se me quedó grabada porque nadie sabía nada de ella. La conocían como 'la roja', porque su pelo, y al parecer sus ideas, eran rojas. Pregunté y pregunté y nadie sabía nada de ella. Así que yo le hice una vida, le realicé una biografía novelada», cuenta.

Y a la pregunta si va a seguir en la escritura se muestra muy convencida: «Sí, sí, claro. Ya tengo empezada la tercera», pero aclara: «No va a ser la continuación de Sucedió en el Malecón, las tres mujeres me han dejado muy agotada [risas], necesito un parón. Lo que estoy escribiendo ahora no tiene nada que ver». Pero ya adelanta que esta historia de infidelidad sí tendrá segunda parte: «Tiene un final, porque a mí me gusta que las novelas terminen, pero sí, lo dejo abierto para una segunda parte».

En cualquier caso, Lola de la Cruz continuará su andadura en la escritura para seguir haciendo lo que más disfruta: «Yo lo único que quiero, y parece que de momento lo estoy consiguiendo, es que los lectores pasen un rato entretenido. Y si te puede arrancar alguna sonrisa, mejor. Porque la novela tiene de todo, momentos para reír y momentos para llorar, como yo creo que tienen que tener las novelas».

Sucedió en el Malecón ya puede adquirirse en La Casa del Libro, Fnac, Amazon y en la librería Soportales De La Catedral.