El musical West Side Story, uno de los más importantes y representativos del teatro universal, se estrenó ayer en el Víctor Villegas de Murcia, donde podrá verse hasta el próximo domingo por cortesía de la Semana Grande de la Fundación Cajamurcia.

El montaje, de Som Produce y dirigido por Federico Barrios, recupera la partitura original de Leonard Bernstein y Stephen Sondheim, unánimemente reconocida como una de las mejores en la historia de los musicales. También el texto de Arthur Laurens, que continúa siendo tan conmovedor y actual como el primer día, y, por supuesto, las coreografías originales de Jerome Robbins, que ocupan un lugar de honor en la leyenda del baile contemporáneo. Además, el reparto está encabezado por el joven murciano Javier Ariano -en el papel de Tony-, quien en una charla con LA OPINIÓN nos cuenta un poco más sobre la que sin duda es una de las más grandes historias de amor contadas en la ficción.

Dice Federico Barrios, el director de esta versión de West Side Story , que cuando le propusieron dirigir esta producción empezó a preguntarse, entre otras cosas, cómo iba a contar él una historia que tantas veces hemos visto y oído. Cuénteme: ¿Qué le parece esta versión? ¿Algo novedoso que resaltar y que la diferencia del resto?

West Side Story es un título que sin duda marcó un antes y un después en el mundo de los musicales y hay que defenderlo a 100% como el gran clásico universal que es. En este sentido, la verdad es que hemos tenido que versionar poco, ya que la música y la coreografía son un emblema de esta obra y el texto cuenta situaciones tan actuales que podríamos decir que está totalmente a la orden del día. Así que quizá lo más importante sería decir que es una suerte que, por primera vez, podamos tener en España y en Murcia la versión íntegra del musical tal cual se estrenó en 1957.

Y, desde entonces, prácticamente no ha dejado de girar y de representarse. Es curioso porque, más de sesenta años después, es una obra que, como dice, sigue tristemente de actualidad...

Claro. Es común en los clásicos, en realidad. Debemos recordar que West Side Story es una versión de Romeo y Julieta, de Shakespeare, y que trata temas universales y que mueven a las personas desde lo más profundo; y eso es lo que representan estos personajes: el amor puro, la búsqueda de la libertad, la lucha por el poder y el territorio, la vida y la muerte... Son cuestiones que aún a día de hoy intentamos resolver.

Hablamos de uno de los musicales más celebrados del teatro universal. La partitura de Leonard Bernstein y Stephen Sondheim, el texto de Arthur Laurens... ¿Es mucha la presión de formar parte de algo tan grande?

Más que presión es el vértigo de tirarte cada día al vacío interpretando unos temas que nacen de sentimientos que están muy a flor de piel y que requieren de una exigencia y un virtuosismo vocal muy alto. Además, vamos acompañados de más de una veintena de músicos en directo, lo que hace imprescindible la concentración y el trabajo en equipo. Sobrevivir cada día a esta historia es duro, pero gratificante.

Este montaje comenzó a representarse en junio en Las Palmas, y desde entonces ya acumula diez ciudades y las fechas continúan hasta mayo del próximo año. ¿Cómo está siendo la aceptación del público?

Como te decía, es la primera vez que llega a España la versión íntegra tal cual se estrenó, y eso ya es todo un acontecimiento para el público. Además, es un título que está guardado en la retina de toda una generación que se enamoró con canciones como Maria y Tonight y que bailó al ritmo de Mambo y América, y, por nuestra parte, he de decir que es una producción que hacemos desde el amor, y eso se nota. Así que el público disfruta mucho en todas las ciudades; está siendo un gran éxito.

¿Qué puede decir de sus compañeros de reparto?

Pues que es toda una suerte para mí poder compartir esta experiencia con todos y cada uno de ellos, desde el trompetista hasta el cañonero; y son muchos: un equipo de más de setenta personas es responsable de subir el telón cada día en West Side Story. En el ámbito actoral, trabajo mano a mano con toda la gente a la que admiro y que un día hicieron que me enamorara de esta profesión. Aprendo cada día de ellos.

Lleva ya un tiempo encabezando el cast de esta producción, por lo que le habrá dado tiempo para empaparse de la historia y, seguramente, de ver y casi estudiar las versiones más celebradas de West Side Story , como la cinematográfica de Jerome Robbins y Robert Wise. En primer lugar: después de todo este tiempo, ¿qué cree que tiene esta historia para que siga enganchando?

Un cóctel perfecto: una música virtuosa, unas coreografías de infarto, un argumento con el que cada persona del público se puede sentir identificado y una puesta en escena que te hace viajar a Nueva York. Además, todos hemos tenido que saltar alguna barrera por amor, y estos personajes lo hacen continuamente...

Si no estoy mal informado, deben hacer como mucho cuatro años que terminó sus estudios de Arte Dramático en la ESAD y se marchó a Madrid. ¿Cómo recuerda esos años?

Sin duda son los años en los que encontré mi identidad y a las personas que me irían acompañando en el camino. Los recuerdo con nostalgia, aunque no ha pasado tanto tiempo. Hay que valorar mucho la formación que se da en ella y exprimir la experiencia al máximo. Nadie va a sacar más de ti que tú mismo.

Hasta ahora había hecho sus pinitos, pero supongo que esta ha sido su gran oportunidad, ¿no? Cuénteme, ¿cómo fue lo de convertirse en Tony? ¿Cómo se enteró de que tenía el papel?

Bueno, desde que llegué a Madrid tuve la suerte de formar parte de grandes proyectos como la Joven Compañía, donde tuve la oportunidad de trabajar con algunos de los más destacados dramaturgos del panorama nacional y actuar en muchos de los teatros de la capital. Luego, también, mis ansias y necesidad de cantar me llevaron al Proyecto Zarza, pionero en teatro de la zarzuela, que acercaba este género a los más jóvenes. Pero, en cuanto a West Side Story, recuerdo que fueron unas largas y duras audiciones con casi 3.000 personas intentando hacerse con el papel. Era complicado. Y cuando me lo dijeron yo estaba de gira, en Canarias. Fue una videollamada. Aquel fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida: mi sueño se iba a cumplir.

¿Cómo se ve en el papel protagonista de West Side Story ? ¿Le ha costado mucho meterse en el personaje? ¿Cómo se preparó este reto? ¿Alguna inspiración?

Como actor, creo que muchas veces las historias simplemente nos llegan porque tenemos la necesidad de contar justo eso que le pasa al personaje. En este sentido, me siento muy identificado con Tony por su carácter onírico y sus ganas de luchar para conseguir lo que desea. Pero es verdad que ha sido un gran reto en todos los sentidos, tanto actoralmente como para mi faceta de cantante. Y nuestra principal fuente de inspiración fue Romeo y Julieta, en realidad; hicimos un trabajo exhaustivo de investigación sobre la obra de cara a los ensayos... Pero bueno, después te aferras a lo que puedes o a lo que ves. Además, yo pienso que todos tenemos algo de cada uno de nuestros personajes, y solo hay que buscar dentro y fuera y aprender a contarlo.