Tres titanes de la comedia en nuestro país se dan cita este sábado en el Auditorio El Batel de Cartagena: Florentino Fernández -'Flo', para los amigos-, José Mota -la mitad de Cruz y Raya- y Santiago Segura, actor, director, productor y el cómico que hay detrás de uno de los personajes de mayor éxito de la cartelera española de los últimos años, Torrente. El objetivo, el reflexionar sobre el sentido del humor, tan necesario en estos días de crispación política, pero también ser el que diga el mayor disparate sobre el escenario, aunque ellos nieguen esa rivalidad... De momento, el éxito de la convocatoria -que obedece al título Dos tontos y yo-, como no podía ser de otra manera, es mayúsculo: apenas quedan localidades libres ni para la sesión que ofrecerán a las seis y media de la tarde ni para la que cerrará su visita a la ciudad portuaria, a las nueve y media. Aún así, ellos cuentan las fechas de su gira por sold outs, y dice Segura que estaría feo no colgar una vez más el cartel de 'No hay entradas'...

Llega este sábado a Cartagena junto Mota y Flo. Representarán Dos tontos y yo . ¿Quién de los tres es usted?

Yo soy el segundo empezando por la derecha (o por la izquierda, me pongo siempre en el centro).

Los tres son humoristas. ¿Cómo se compenetran en el escenario? ¿Hay rivalidad? ¿Juegan a ver quién es más ingenioso?

Antes que humoristas, somos amigos. Así que me parecería feo abrumarles y ponerles en evidencia con mi agilidad y rapidez mental. Mi único empeño y esfuerzo es que estas dos pobres criaturas brillen en el escenario y se sientan realizadas.

¿Qué feedback del público han recibido? Es una segunda gira, así que el éxito es indiscutible.

El éxito se ha dado, los teatros se han llenado, y la recepción de la gente no ha podido ser mas cálida y entusiasta, pero no hay nada indiscutible; seguro que habrá gente a la que hayamos decepcionado... También es cierto que una gira es algo vivo y el show de cómo lo empezamos a cómo se va a ver este fin de semana ha cambiado, ha evolucionado mucho gracias a las reacciones del público en la gira previa.

El humor. ¿Más necesario que nunca en estos tiempos?

Siempre necesario, siempre. Pero cuanto más mal rollo y crispación, más se precisa. Es como el agua en el desierto.

Por cierto, hace poco estrenó película. Una comedia familiar, Padre no hay más que uno . ¿Cómo ha sido la experiencia?

Pues ha sido una maravilla absoluta: doce semanas en el top ten y de momento la película española más vista del año. La gente se ha encariñado tanto con esta pequeña comedia familiar que ya estamos preparando una segunda parte para estrenar el verano que viene.

Aunque el personaje es cómico, quizás se trate del más diferente que ha interpretado. ¿Cómo se lo preparó?

Es quizás, aunque con sus peculiaridades, el más 'normal' de los personajes que he hecho. Para mí suponía un reto porque no conozco a nadie 'normal', así que al final decidí inspirarme en mí mismo, que soy de las personas más 'normales' que conozco. Imagínese...

Además, en la película trabajó con sus verdaderas hijas. ¿Qué considera que es lo mejor y lo peor que les ha enseñado?

Qué delicia ha sido trabajar con ellas..., un auténtico regalo. Mis enseñanzas son muy básicas: ser buenas personas, no hacer daño a nadie, intentar ser felices con las pequeñas cosas de la vida... Quizá lo peor ha sido no ser capaz de enseñarlas a defenderse de la mala gente, que la hay. Pero bueno, poco a poco.

¿Qué tiene el escenario que no tenga el cine? ¿Qué le gusta más de cada cosa?

El escenario tiene la inmediatez, esa adrenalina, la energía del público que está ahí, contigo, la risa de la gente y su respuesta inmediata. En el cine, poder repetir una y otra vez y luego editar cualquier cosa que no te guste o te parezca más floja. Para perfeccionistas y gente obsesiva del control, como yo, es una maravilla.

¿Hay algo que no le haga ninguna gracia?

El sufrimiento de la gente.

¿La risa nos protege del miedo?

Nos lo hace olvidar a ratos, que no está nada mal.

¿A qué le teme?

A la muerte y al dolor.

España: hemos tenido que repetir elecciones porque nuestros políticos son incapaces de llegar a un acuerdo, las calles de Barcelona arden, cargas policiales brutales, precarización laboral... ¡Qué país! ¿Es para reírse o para llorar?

Es para llorar, pero, como con todo en la vida, haríamos mejor en reírnos, en quitarle hierro a los asuntos e intentar solucionarlos.

¿No está usted cansado de ir a votar?

Es que esto ya lo hemos votado, ya hemos dicho lo que pensábamos, pero parece ser que los políticos no han sabido o no han querido interpretarlo... Mi propuesta era que esta vez votasen solo los que no votaron la vez anterior, así al menos votamos todos.

Mójese: ¿Con quien se ríe más, con Flo o con Mota?

Me río más con Flo, pero casi siempre de Mota.

¿Por qué tiene que ir la gente a verles el próximo sábado?

Porque he visto el mapa de las entradas y aún quedan algunos huecos..., y eso hay que llenarlo como sea, que si no se deprimen mucho los artistas. Ademas, hemos colgado el cartel de 'No hay localidades' durante toda la gira, y sería muy triste romper esta maravillosa racha... También podría haber dicho que si vienen se lo van a pasar en grande, pero no puedo garantizarlo. Para promesas vanas ya tenemos a los políticos.