El 'Ciclo de Conciertos de Música Española en Homenaje al Bailarín Félix García' alcanza mañana su undécimo concierto en el Aula de Cultura de la Fundación Caja de Mediterráneo, junto a los soportales de la Catedral. En esta ocasión, el programa organizado por el profesor e investigador Antonio Hernández Moreno estará dedicado a un personaje capital de la cultura de nuestro país, Don Quijote, al que los compositores franceses Maurice Ravel y Jacques Ibert dedicaron una serie de canciones cada uno que serán interpretadas por el cantante valenciano Lluís Martínez-Agudo junto al pianista molinense José Vicente Riquelme, habitual en estos conciertos. No obstante, quizá el punto de mayor interés de la cita -que, además de música, volverá a incluir danza- sea el estreno absoluto de Bolero y Fandango, dos piezas que el compositor alemanán Felix Mendelssohn escribió como interludio de baile para su ópera Las bodas de Camacho. Este episodio correrá a cargo de la pianista almeriense Raquel Sánchez, que, con un trabajo de reducción meticuloso, ha puesto su granito de arena a la consecución, un día más, de uno de los grandes objetivos de este ciclo: recuperar y rescatar del olvido obras de carácter español de compositores de siglos pasados. Hablamos con ella para conocerla un poco mejor.

¿Qué tipo o estilo de música disfruta más interpretando?

Desde siempre me he sentido muy cómoda interpretando a compositores románticos. Sin embargo, a lo largo de mi trayectoria profesional, he tenido la gran suerte de haber participado también en proyectos que se alejaban de estos estilos, siendo la experiencia gratamente positiva. Lo cual me ha hecho disfrutar en un sentido amplio de la música, al tiempo que me ha enriquecido como intérprete.

¿Y qué compositor o estilo le gusta más?

Bueno, como he dicho, me encanta Chopin, Brahms, Rachmaninov, Scriabin..., pero también me cautiva la pulcritud de Scarlatti, el fascinante mundo compositivo de Soler, la belleza y armonía de Mozart, la fuerza y energía eterna de Beethoven, la gran variedad de ritmos y danzas de Albéniz, las fantásticas impresiones de Debussy, los ritmos percusivos de Bártok... Son tantas y tan grandes las obras de los compositores para piano...

Este sábado participa en una pequeña muestra de música española antigua para tecla que está algo olvidada... ¿Qué le parece que esta música se siga programando en conciertos?

Genial. Esta es una iniciativa estupenda y necesaria, ya que se consigue poner en valor nuestro patrimonio musical, que es muy rico y de gran calidad. Para mí es un orgullo participar en este proyecto.

También va a estrenar una interesante pieza de carácter español del gran Felix Mendelssohn. ¿Qué puede decirnos de ella?

En realidad son dos piezas instrumentales ( Bolero y Fandango), las cuales forman parte de la ópera Las bodas de Camacho, de Mendelssohn. Ha sido un auténtico reto profesional transcribirlas a piano, intentando que no se me escaparan los diferentes colores de los instrumentos, el carácter y la fuerza que encierra una partitura tan característica y emblemática.

Como profesora de piano, ¿qué valoración podría hacer de la educación musical en nuestro país?

Desde mi punto de vista, la música es, sin lugar a dudas, un pilar necesario en la educación; nos ofrece un sinfín de beneficios tanto a nivel social como a nivel personal. También es verdad que, hoy en día, en esta sociedad, se está dando más importancia a conceptos como 'la rapidez', 'lo instantáneo', las 'verdades incuestionables' o en cómo llegar a ser líder en tu campo profesional, pero me gusta ser optimista y pensar que, a través de la música, está en nuestras manos ofrecer a nuestros alumnos el aprendizaje de otros valores o conceptos diferentes o alternativos que complementarán su formación; ideas como la fantasía, la imaginación, la creación, la colaboración o, simplemente, la actitud de asumir diferentes puntos de vista.

¿Qué dificultades e inconvenientes cree que encuentran nuestros jóvenes concertistas para vivir de la música?

Vivir de la música realizando conciertos no es fácil, por no decir imposible... Otra cosa es que seas un músico de élite, hayas ganado concursos internacionales y te hayas labrado un futuro profesional en esa dirección. Compaginar la actividad concertística con la labor docente es lo más habitual. Y si tuviera que enumerar las principales dificultades a las que se enfrentan los jóvenes músicos?, yo señalaría, sobre todo, dos: el factor económico y reto de crear propuestas atractivas para el público.

¿Cuáles son sus proyectos o aspiraciones más inmediatas?

Pues a mediados de enero participaré en el Concierto de Manos Unidas en Almería para conmemorar su sesenta aniversario, poniendo el foco en piezas compuestas por compositoras, ya que su campaña reivindica los Derechos Humanos de la mujer del siglo XXI en todo el mundo. Y también, a finales del mismo mes, ofreceré un recital en la Casa de los Pianistas, en Sevilla, donde tocaré piezas de Soler, Beethoven, Chopin, Granados y Scriabin.

¿Qué impresión se ha llevado sobre la música de los países que ha visitado?

Realicé un postgrado de piano en Budapest, y allí aprendí la naturalidad de la música. La Música está considerada como una parte fundamental de nuestra vida, desde la más tierna edad.

Y entre tanta partitura, ¿qué es lo que más le gusta hacer en su tiempo libre?

Esta pregunta es quizás la más difícil de responder para mí? Soy enormemente afortunada porque mi trabajo es mi pasión, así que cada rato libre que tengo lo paso delante del piano ampliando el repertorio o, simplemente, pensando en futuros proyectos. Aunque también tengo que decir que me encanta leer, pasear, escuchar música..., y, cómo no, ir a conciertos; no hay nada como la experiencia de disfrutar la música en directo... Formar parte del público en una velada de música, danza y canto como la que vamos a ofrecer el próximo sábado es una vivencia única. Por ello os espero a todos el sábado en Murcia.