Tres discos en cuatro años han visto cómo la banda murciana Viva Suecia pasaba de pandilla de amigos "que se juntan dos veces al mes para hacer música" a congregar multitudes, razón de que su último trabajo ("el mejor", dicen) se llame "El milagro" y se articule como su grito más agudo de esperanza.

"Para estar en esto (de la música) hay que tener fe, porque es una profesión muy exigente en lo personal y en lo creativo, pero es que es importante tener fe en todo, especialmente en las relaciones con las personas en este mundo de redes y políticos que en muchas ocasiones pierden el rumbo", aseveran.

Corría 2016 cuando Rafa Val (cantante), Jess Fabric (bajo), Fernando Campillo (guitarra) y Alberto Cantúa (batería) lanzaron al mercado "La fuerza mayor" y, solo un año después, "Otros principios fundamentales", todos con el emblemático sello independiente Subterfuge, al que han vuelto a dar un espaldarazo con su éxito incluso fuera de España.

"El milagro ha sido una buena cantidad de cosas increíbles que no pensábamos que le sucediesen a gente como nosotros, muy normales", destacan, ignorantes de cuál ha sido el secreto, más allá de su "fórmula" para funcionar como grupo. "Ser amigos, casi hermanos, y trabajar mucho con el corazón, sin parar; esto es una relación de poliamor", bromean.

De nuevo de la mano de Subterfuge, para "El milagro" repitieron con Carlos Hernández a los mandos, pero cambiaron Sevilla por el Estudio Uno de Madrid y amplificaron aún más ese sonido suyo de "indie rock" tan expansivo y luminoso, de proyección espacial.

Fue, explican, a fuerza de "limpiar la suciedad de anteriores trabajos, dar mayor importancia a las bases rítmicas, con lo que guitarras y muros de sonido desaparecen" y colorear su paleta con más cuerdas que hacen que todo tenga "un tono más brillante".

"Cuando haces 80 conciertos al año es porque te apetece. Igual que cuando, pese a esa última gira tan loca que pasó por cinco países, decides con gran esfuerzo y exigencia componer en los huecos el que tenía que ser nuestro mejor disco. Y creo que es el mejor disco que hemos hecho hasta ahora", ratifica Cantúa.

En un mundo en el que millones de jóvenes se lanzan a la calle para pedir una política medioambiental que vire 180 grados el desgaste del planeta, Viva Suecia alimenta su discurso con una banda sonora de esperanza y cortes como "Qué querías ser de mayo", "Algunos tenemos fe" o "Creo que aprendí a decir que no".

"Más que ser abanderados de nada, somos parte de eso", señala Val.

Con una tradición de letras ampulosas, rimbombantes y crípticas, sorprenden asimismo con un corte titulado sencilla y llanamente "Fóllame". "Es una canción increíble y no me gustaría que se viese resentida por el título", apunta el vocalista al respecto, dejando al descubierto un debate interno al nombrar la última canción del álbum.

"Es una palabra necesaria. Solo suena una vez en la canción, pero tiene tanta fuerza cuando la cantamos... ¡Y no todo tiene que ser tan poético! Por una vez está bien huir del eufemismo y decirse las cosas como son", sentencia Fabric.

A la espera de la ubicación de sus próximos conciertos en Murcia y en Madrid (de momento ellos prefieren no revelar si darán el salto al WiZink Center), Viva Suecia sí han desglosado las primeras fechas de su nueva gira.

Tras su paso el 1 de noviembre por Sevilla, dentro de los actos vinculados a los European Music Awards de la cadena MTV, será los días 8 y 9 cuando realmente arranque su "tour" con dos noches de concierto en el Círculo de Arte de Toledo, con todo vendido.

Después pasarán por ciudades como Granada (30 de noviembre, Industrial Copera), Zaragoza (10 de enero, Oasis Club Teatro), Valencia (11 de enero, Sala Repvblica) y Barcelona (7 de febrero, Razzmatazz).