Suele defender Vanesa Martín que tanto en sus canciones como en su poesía -publicó un poemario, Mujer Océano, en 2016- «se abre en canal». «Las canciones conectan cuando son a corazón abierto», defiende en entrevista telefónica la malagueña, que esta noche llega a Lorca con la gira Todas las mujeres que habitan en mí. Aunque matiza: «Evidentemente, todo lo que canto o lo que escribo no tiene por qué haberme ocurrido a mí en primera persona, pero siempre le pongo mi parte de verdad: cómo interpretaría yo esa historia, algún matiz de lo que haya sentido... Le canto a las emociones desde un punto muy honesto y una libertad que me encanta. Si todos tuviéramos esa libertad y esa claridad, sería más fácil todo».

También canta que su parte izquierda, la más visceral, es la que guía sus pasos. ¿Si todos actuáramos así nos iría mejor o peor?

Depende, cada uno con sus matices. Yo creo que a todo el mundo le guía la parte izquierda, que es donde está el corazón. Después están los más racionales y los más conservadores, pero cada uno que sea como quiera ser... Yo, dentro de ese impulso, intento encontrar cierto equilibrio.

A usted aún se le define como cantautora. ¿Ha perdido esa etiqueta su pátina política?

Creo que se está perdiendo, sí, pero las etiquetas son terribles... Cantautor también es Alejandro Sanz, es Pablo Alborán, Luz Casal? En mis letras siempre hay un contenido social, obviamente, porque canto sobre la igualdad, el respeto y la tolerancia, sobre las ganas de aprender, de no tener límites ni pudores..., todo eso es social, pero no hay connotación política; entre otras cosas porque sería un caos porque la política en este país está boca abajo...

¿Y no sería mejor que la música popular hablara más de política, aunque sea para intentar mejorarla?

No, estamos saturados. La política hay que contemplarla en otros terrenos y ámbitos. Y en muchas conversaciones con amigos y familias tener claro a dónde vamos y qué país queremos, si lo queremos de evolución o retroceso, de derechos sociales que sigan creciendo o de represión. Que cada uno en sus canciones cuente lo que quiera. Lanzando un mensaje sobre crecer, hacer lo que quieres y tener todos las mismas oportunidades mi parte política está cubierta.

Y a usted que le canta a todo eso, ¿le sorprendería que un fan suyo votase, por ejemplo, a Vox?

Cada uno vota a lo que cree que va a hacerle bien y yo no soy nadie para decir a nadie lo que tiene que votar. Pero la conciencia y la educación son muy importantes, y leer bien los programas de cada uno y tener cuidado.

¿El feminismo corre riesgo de convertirse en una etiqueta que se usa para quedar bien?

La definición de feminismo es clara: igualdad entre hombres y mujeres y mismas oportunidades; no es una guerra de sexos, sino una lucha por la igualdad y el talento. Me da rabia cuando de repente se usa la palabra de manera peyorativa, como si quisiéramos rivalizar. Hemos conseguido muchas cosas y soy optimista. Por ejemplo, en la música hay una cantidad de mujeres que están consiguiendo cosas increíbles, cada una con sus personalidad, su sello y sus historias.

«Que no se asuste nadie si nos miran y ven que nos miramos diferente». ¿Es necesario seguir recordando algo tan obvio?

Es una canción y dentro de las canciones hay poesía. Ahí me estoy refiriendo a cuando tienes esa complicidad tan grande con alguien y supera a los que están al lado. Yo no sé si hay que recordar algo tan obvio, pero lo que hay que hacer es seguir remando hacia el crecimiento y la libertad personal de cada uno.

¿Le agobian algunas interpretaciones que hacen de sus letras?

No me agobia nada de lo que hago. Estoy orgullosísima. Me da igual. ¿A qué interpretaciones te refieres?

Por ejemplo, en el vídeo de la canción que le nombraba antes ( Tus ojos ) usted sale besando a la actriz Adriana Ugarte y hay quien teoriza sobre su «salida del armario».

Ah, bueno. Si te pones a pensar y a leer las barbaridades sobre mí que se dicen en Internet detrás de un perfil que nadie sabe de quién es y que actúa de forma tan gratuita... Pero de verdad que me da exactamente igual. Lo mío es tan amplio, el vuelo pretendo que sea tan elevado, que no voy a pararme en esas cosas. Me quedo mucho más con los mensajes de agradecimiento que recibo de madres que me dicen que tienen una hija o un hijo adolescente y que me dicen que ojalá ellos también puedan vivir con total libertad las relaciones de amor que tengan en su vida.

¿Piensa mucho en lo importante que son sus canciones para mucha gente?

Para mí es una responsabilidad. No tengo pudor, pero sí mucho cuidado a la hora de decir ciertas cosas. Sé que mucho público adolescente llena mis conciertos, y que la música marca porque a mí me pasaba. Yo no voy a entrar en profundidad en temas políticos, pero sí soy una tía que evoluciona, que quiere que todos tenga un salario mínimo, que la ley de violencia de género siga adelante...