Soplar cuarenta velitas sobre los escenarios y hacerlo colgando el cartel de 'entradas agotadas' en prácticamente todas las plazas en las que están 'toreando' durante esta gira no es algo que pueda decir todo el mundo. Pero es que Los Morantos son toda una institución dentro del humor patrio, un emblema de la comedia más puramente española que parece no tener fecha de caducidad. Y es que los hermanos César y Jorge Cadaval continúan conquistando al público con sus sketches; lo demuestran los más de los 75.000 espectadores que acudieron a verlos en el Teatro Apolo de Madrid a lo largo de siete meses, y también el escaso medio centenar de butacas que ayer permanecían sin reservar -casi todas en el segundo anfiteatro- en el Auditorio El Batel de cara al espectáculo que los sevillanos ofrecerán este sábado en Cartagena.

La expectación generada en torno a su nuevo espectáculo está, no obstante, más justificada que nunca, tanto por el contenido del show como por el motivo del mismo: celebrar junto a sus fieles -dispuestos a rendirles un merecido tributo- esas cuatro décadas de actividad. « X40+ -que es como han titulado los Cadaval a esta nueva producción- es una fiesta de cumpleaños que nuestros personajes celebran por nuestra carrera», comenta Jorge, el pequeño del dúo sevillano. «Después de 40 años, estoy un poco saturado y me voy al Himalaya a buscar mis chakras. Ahí comienza esta historia», especifica el veterano humorista.

La premisa, aunque hipertrofiada, podría ser incluso real -pues casi medio siglo haciendo parodias puede hacer que éstas pierdan su esencia-, pero no es el caso. «Cuando dejas de hacer algunas cosas, como ocurrió con Omaíta y Antonia, el público te pide que sigas haciéndolo», explicó César Cadaval; y ellos, encantados de recuperar a estas dos marujas sevillanas para la ocasión. Aunque, eso sí, ni la una ni la otra, ni el resto de personajes de X40+ permanecerán resguardados en su zona de confort. «Nos interesamos en buscar qué ha pasado últimamente, de qué se habla ahora en cada sitio al que vamos. Intentamos que el público se meta pronto en el espectáculo y hacerlo partícipe para que se lo pase bien», explican de cara al show de este fin de semana, por lo que se puede asumir que Cartagena no saldrá indemne de las chanzas de César y Jorge.

En la actualidad, más allá de en sus esporádicas apariciones televisivas y en espectáculos como el que les trae a la ciudad portuaria, el público puede encontrar a Los Morancos en YouTube; hecho que demuestra que, pese a los años, han sabido reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos. De hecho, cuentan con casi medio millón de suscriptores en esta red social y suben, cada cierto tiempo, un vídeo parodiando la más rabiosa actualidad. «Nos gusta estar al día. Hicimos una canción cuando la Pantoja estaba en Supervivientes, acabamos de hacer una a Rosalía en la que hablamos de los plásticos en el mar...», comenta César. «Ahora estamos pensando en hacer algo sobre los pactos», añade Jorge.

«Nos sigue mucha gente joven, y hemos abierto una ventana en Latinoamérica. Tenemos un montón de seguidores allí», detallan los hermanos sobre su nueva plataforma. En cualquier caso, YouTube no es el único terreno en el que se mueven: amasan más de dos millones de followers entre todas sus redes sociales, y barajan la posibilidad de hacer un documental y una película para continuar celebrando su extensa trayectoria en la comedia.

Esta exposición -potencialmente mayor incluso que la tenían hace años con sus programas en la pequeña pantalla- puede ser, no obstante, teniendo en cuenta los tiempos que corren, un arma de doble filo, como cómicos que son; aunque eso, a ellos, no parece incomodarles. Y es que, al preguntarles sobre los llamados 'límites del humor', responden sin titubear que «no los hay», y que «con respeto, puedes hacer parodias de cualquier cosa», siendo esta la base de todo para poder hacer comedia. El problema, en cambio, es la ausencia de sentido del humor: «Echo de menos que los humoristas actuales tengan vis cómica. Es muy importante y muy poca gente la tiene -lamenta Jorge-. Faemino y Cansado la tienen, por ejemplo; a ellos no les hace falta una historia grande, conforme te cuentan las cosas, ya te hacen gracia», apunta.