Calasparra recuperará en el XXX aniversario de la Feria Taurina del Arroz su trofeo Espiga de Plata, para novilleros sin caballos, con la ganadería local Toros del Alamar, que además debutan. Verónica Rodríguez es una de sus responsables.

Supongo que para ustedes será un honor poder estar en Calasparra.

Por supuesto, sobre todo este año tan especial en el que se conmemora el 30 aniversario de la Feria Taurina del Arroz. Este año han querido recuperar ese trofeo tan querido por el aficionado como es la Espiga de Plata, y que para ello cuenten con una ganadería local, que además debutamos ese día como novillada sin picadores aquí en Calasparra, para nosotros es una ilusión muy grande y un escaparate muy importante de cara a un futuro cercano.

Ya sabe muy bien lo que es una Espiga de Plata, ya que como novillera participó en 2009. ¿Qué recuerdos guarda de aquella tarde?

Participé dos años dentro del trofeo Espiga de Plata, aunque no pude obtener ese preciado trofeo guardo recuerdos muy bonitos, ya inolvidables para mí. Torear en mi plaza siempre era una ilusión y un reto que me marcaba cada temporada; y a partir de ahora como ganadera, desde otro punto de vista distinto pero también con mucha ilusión y, sobre todo, responsabilidad. Ese día viviré el festejo, pero desde otro punto de vista.

Los nervios, en vez de tenerlos en el albero, esta vez estarán en la grada.

Efectivamente, al final es una responsabilidad muy grande y queda todo en casa. Aparte de que en su día quise ser torera y me vestí de luces, ahora queremos proyectar todo aquello. Nos gustaría que la novillada embistiese de una manera bonita y que fuese un triunfo para todos.

¿Qué características tiene su ganado?

Es una ganadería en la que, por el momento, no tenemos muchas cabezas, unas 150 entre machos y hembras; y novillos, erales y añojos. Pero hemos dejado lo mejor para Calasparra. Todo empezó a partir de una punta de ganado que compramos cuando yo estaba en activo, para poder entrenarme. Al final dejamos las mejores vacas, hemos realizado una selección muy exhaustiva, así que pensamos que darán buen juego.

Han estado antes en algún tentadero benéfico que se ha realizado en Calasparra.

Dos años consecutivos estuvimos en ese tentadero benéfico que organizaba la asociación de Aficionados Prácticos de Calasparra. Como novillada será la primera vez, nos presentamos en Calasparra.

Con el objetivo de, un día, acartelar a la ganadería en la Espiga de Oro.

Sin duda, ese será el siguiente objetivo y la próxima ilusión. Formar parte de un escaparate y un elenco ganadero tan importante y tan bien clasificado como el que se presenta aquí en la Espiga de Oro. Para nosotros sería un sueño cumplido, aunque de momento vamos pensando en pasitos cortos.

¿Por qué momento pasa el mundo de las ganaderías ahora en España? También debe de estar muy complicado.

Ahora que estamos tan centrados en este proyecto, el otro día estaba en el campo con mi padre y hablábamos de que hace unos años luchaba por ser torero; y siendo realista era algo muy difícil, pero ahora desde el punto de vista ganadero es mucho más complicado. Sobre todo aquí en Murcia que, como sabemos, la escasez de lluvia complica mucho los pastos para los animales. Abrirse camino es muy complicado, siendo torero dependes un poco de tu persona, pero siendo ganadero proyectas mucho trabajo y, al final, no sabes cómo van a salir aunque tengas la mejor materia prima. Por el momento los tentaderos que hemos hecho en casa han salido muy bien.

¿Cómo es la finca donde esta la ganadería?

Tenemos una plaza de toros que la construyó mi padre cuando yo toreaba, tenemos un museo taurino y vivimos allí en el campo todo el año. Luego la ganadería está en otra finca sobre una extensión de 200 hectáreas que tiene cuatro cercados.