'Carmina Burana' volverá a sonar esta noche en el Víctor Villegas. Si hace un par de meses era La Fura dels Baus quien llevaba a escena la espectacular cantata de Carl Orff, hoy será la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia la que ponga el broche de oro a su temporada de abono en el Auditorio Regional con un montaje de lo más ambicioso que contará, entre otras cosas, con un diseño escénico creado para la ocasión por el artista multidisciplinar Ángel Haro.

«Es un proyecto magnífico por todo lo que conlleva. Y, desde el punto de vista artístico, viene a confirmar que en la Región de Murcia tenemos, por un lado, cantera para hacer algo así y, por otro, desde todos los puntos de vista técnico, los equipos necesarios para hacer montajes de altura nacional o internacional -como este- sin ninguna vergüenza», apuntaba ayer el pintor valenciano, aunque murciano de adopción.

Y es que su colaboración en esta Carmina Burana no es anecdótica. «Es un proyecto audiovisual, no solo un acompañamiento. Vais a ver el encuentro entre dos artes», aseguraba Haro, que para la ocasión ha realizado unos dos mil dibujos que se combinarán con técnicas digitales y tradicionales de animación, y otros elementos visuales. «Ángel lleva trabajando en esto desde hace meses -concretamente, desde noviembre, tal y como confesaba el artista- en esta puesta en escena. Estuvimos en el estudio que tiene en Madrid y nos fascinó su dedicación y su producción pictórica... Conocíamos su talento, pero este despliegue ha sido sobrecogedor», apuntaba ayer, en el Villegas, Virginia Martínez, directora titular de la Sinfónica, la otra gran protagonista en escena.

Bajo su dirección, y con la intervención de un coro participativo de más de un centenar de personas, una coral infantil y tres solistas de renombre internacional, como son la soprano Eugenia Boix, el barítono Toni Marsol y el contratenor Pedro Pérez, los músicos de la OSRM interpretarán la que es probablemente la pieza coral más programada en el mundo. Para ello, confesó Martínez, la Sinfónica ha tenido que aumentar su número de instrumentistas -«especialmente en la sección de percusión», apuntaba la directora, que recordó que éste era el sector favorito de Orff- y, afortunadamente, de nuevo, los coralistas también han respondido: «La participación ha sido masiva, como siempre, y llevan trabajando muy duro desde hace tres semanas con un director asistente y conmigo desde hace unos días. Ha sido muy intenso y espero que el resultado sea lo más agradable para todos».

Por otro lado, Virginia también hizo alusión ayer al coro infantil que les acompañará desde la terraza del Villegas -en un sutil homenaje a la inauguración del propio auditorio, cuando su coro de niños también actuó desde este palco- y a los tres solistas: «Ha sido muy muy fácil trabajar con ellos: todo súper rápido, los ensayos muy ágiles, y los tres se han puesto desde el primer minuto al servicio de la música y de la interpretación, ya que también hay una semiescena muy sutil, muy delicada», desveló la directora de la orquesta.

«Imágenes mágicas»

Carmina Burana es una pieza que se caracteriza por ritmos enérgicos y emotivos -además de por su riqueza de sonoridades y su colorido orquestal-, y, por ello, Ángel Haro no ha querido simplemente «dibujar» este espectáculo. «Algunas cantatas llevan un solo vídeo, otras hasta siete... Va en función de los cambios rítmicos. He intentado ilustrar rítmicamente la cantata, no solo visualmente; que la rítmica de las imagenes tuviera que ver con la rítmica musical», apuntaba ayer Haro, que ha querido esta vez desmarcarse de la tradición y ceñirse a la exigencias que el autor dejó para el apartado estético.

Orff subtituló en latín su composición como Cantiones profanae cantoribus et choris cantandae comitantibus instrumentis atque imaginibus magicis (‘Canciones seculares para cantantes y coros para ser cantadas junto a instrumentos e imágenes mágicas’), y, siguiendo esta indicación, Haro se puso delante del lienzo en blanco. «Conocía esta pieza como oyente, como aficionado, pero no de manera profesional, así que me tocó ponerme a investigarla. Me chocó que siendo del ‘36 se medievalizara tanto cuando se ilustraba, y yo, que soy un amante de la vanguardia histórica y de las vanguardias de entreguerras, pensaba en esta indicación de Orff en la que dice que es una cantata para ser acompañada por ‘imágenes mágicas’. ¿Qué entiende un compositor alemán de los años treinta por ‘imágenes mágicas’? Son años en los que el cine empieza a abrirse camino, en los que el lenguaje de las vanguardias va a contaminar el arte de todo el siglo pasado... Y me puse un reto: ¿Qué haría un artista del ‘36 si Carl Orff le hubiera pedido ilustrar Carmina Burana?», se preguntaba ayer el valenciano. ¿La respuesta? Esta noche en el Víctor Villegas.

Las entradas están a la venta por 12, 15 y 18 euros, según ubicación, en la taquilla del Auditorio Víctor Villegas, en la de la Filmoteca y en bacantix.com. También existe la opción de comprar localidades de visibilidad reducida por tres euros.