Suena O Fortuna y el bello se eriza; da igual que escuches pop, heavy metal o reguetón. El poema latino musicado en 1936 por Carl Orff es sinónimo de epicidad, y casi de solemnidad; o, al menos, bajo estas premisas estamos acostumbrados a escucharlo en todo tipo de películas y obras. Pero el malagueño Antonio Torres, barítono solista de La Fura dels Baus en esta nueva gira de la icónica compañía catalana con su emblemática y exitosa producción Carmina Burana, recuerda que los monjes goliardos que compusieron esta cantata -allá por los siglos XII y XIII- poco tenían de serenos y suntuosos; sobre todo de serenos... Y, ojo, así lo hacían saber en sus composiciones. De hecho, para Torres -que desde niño fantaseaba con trabajar con Carlus Padrissa y los suyos-, esa es una de las claves de este espectáculo, con el que este fin de semana llega al Auditorio Víctor Villegas de Murcia. Es más, para él, la lujuria de estos clérigos y la morbosidad performática que acompaña siempre a 'La Fura' estaban condenadas a encontrarse. ¿El resultado? Un espectáculo trepidante donde el espectador, a través de impactantes escenas, efectos especiales e incluso fragancias primaverales, se sumerge de lleno en el universo de la compañía. Un show «sensorial, musical y teatral, vital y enérgico» que, tanto Padrissa -su director- como el propio Torres, recomiendan incluso a los más pequeños de la casa como un ejercicio introductorio a las artes escénicas.

Bueno, Antonio, se ha incorporado recientemente al engranaje de 'La Fura', pero le he oído decir que trabajar con ellos era algo que tenía entre ceja y ceja desde que era chiquitito. ¿Qué tal está siendo la experiencia?

[Ríe] Sí. Me incorporé justo al inicio de la gira, en octubre; no pude hacerlo antes porque estaba en el Teatro de la Zarzuela haciendo Katiuska con Ainhoa Arteta; pero vamos, desde el inicio de esta gira española. Y sí, trabajar con 'La Fura' era un sueño que tenía desde pequeño porque, cuando estaba en el instituto, con 14 años o algo así, cuando empecé a estudiar teatro, mi profesor ya me hablaba de ciertos grupos catalanes..., entre ellos, obvio, La Fura dels Baus. Y claro, cuando me llamaron para esto -porque yo ya había cantando mucho Carmina Burana- me hizo mucha ilusión, pero muchísima; hasta busqué a aquel profesor después de tantos años para decírselo [Risas].

Eso le iba a decir, que lo de cantar Carmina Burana no es nuevo para usted, aunque imagino que hacerlo con 'La Fura' es muy distinto a como lo ha hecho anteriormente. Porque no estamos ante una ópera al uso, ¿no?

Para nada. Ésta de 'La Fura' es una propuesta marca de la casa: como siempre, esta compañía va un poco más allá, se atreve con cosas con las que muchos no se atreven..., es una lectura teatral muy interesante. Además, en el caso concreto de los Carmina Burana, creo que la dramaturgia de Carlus Padrissa está muy en consonancia con lo que dice la letra de cada uno de los números. Estos cantos goliardos, que datan de los siglos XII y XIII, fueron escritos por una banda de frailes que..., bueno, que vivían muy bien la vida. Iban por los pueblos haciendo música, cantando, bebiendo vino, haciendo el amor -y no siempre con amor...-, etc. Pero claro, tú escuchas la música de Carl Orff y parece un canto religioso; pero no, es profano y es, en concreto, un canto a la vida, a la primavera, al renacer... Y eso es lo que ha encontrado este montaje de La Fura dels Baus. El espíritu de Orff, esos textos... Sota, caballo y el rey, que es 'La Fura'; es perfecto. Además, como actor y cantante lírico, agradezco que grupos como éste, que vienen del teatro, se acerquen a la música clásica.

No sé qué le exigirían en Katiuska , pero aquí, además de cantar y actuar, le obligan a mojarse, a saltar...

Pues precisamente en esta Katiuska... [Risas]. Pero bueno, nada que ver con 'La Fura'. Éste es un ejercicio constante de mente, cuerpo y cuerdas vocales. Carmina Burana es una obra que, ya de entrada, para el barítono y la soprano, y para el coro, tiene una dificultad extrema. Solo cantarlo, sobre el escenario, quieto con tu frac y una orquesta detrás, ya es sumamente exigente. Pero si a eso le sumas que tienes que saltar sobre el público, que tienes que subirte a una grúa de diez metros y que tienes que meterte en una piscina de agua y vino, es que no te da tiempo ni a respirar. Y a mí me encanta, ojo; sabía a lo que me exponía, pero es verdad que el nivel de exigencia es atlético tanto en lo vocal como en lo físico.

Dice que se tiene que tirar sobre el público... ¿Involucran mucho en este espectáculo al patio de butacas?

Sí, sí. El público que conoce a La Fura dels Baus ya sabe que en sus representaciones no va a ser un mero espectador. Tampoco nadie debe asustarse, ¿eh? Es un espectáculo muy divertido y el público es una parte de él. Esto es algo que en 'La Fura' se tiene muy en cuenta: la gente que viene a vernos no está enfrente y ya; eso nos lo tomamos muy en serio. Queremos que el público se implique y se emocione de una manera directa con lo que hacemos.

Y usted tiene un papel primordial en semejante tarea. Como decía, la obra ensalza los placeres terrenales -el amor y el deseo..., muy en la línea de 'La Fura'- y su personaje es el cabecilla de esta reivindicación.

Sí, y me encanta que lo expliques así. Tengo el honor, tremendo honor, de ser el cabecilla en la reivindicación del placer, del deseo, y me parece una cosa maravillosa. El sexo, el gusto por la bebida, la comida, oler unas flores..., la obra pretende representar todo eso y creo que lo recoge muy bien. De hecho, este espectáculo es muy sensorial: la gente se va a mojar, va a oler... Muy 'Fura'.

La música de Carl Orff, además, no viene mal para potenciar la característica epicidad de La Fura dels Baus. O Fortuna , ya de entrada, pone los pelos de punta...

¡Claro! Además, también, una parte importante que me gustaría destacar es que el espectaculocomienza con una intro compuesta por César Belda, director de la orquesta, que nos sitúa perfectamente. No sé si lo va a hacer, pero estoy deseando que se edite esta pieza porque, de verdad, parece compuesta por Orff. Y es con esta intro cuando el coro y todos empezamos a participar con el público, desde el minuto uno.

Carmina Burana es uno de los espectáculos más representados -si no el que más- de La Fura dels Baus. ¿Por qué cree que es? ¿Que tiene Carmina Burana que engancha tanto?

Pues mira, en mi experiencia con esta producción, en esta gira española, en todas las ciudades ha sido un lleno continuo. No te diría que al 100%, pero que los teatros y auditorios por los que hemos pasado han estado al 99% sí. Una cosa escandalosa. ¡En alguno han tenido que poner sillas extra! En Málaga teníamos cinco funciones en tres días, que es mucho, y aún faltaba sitio. Pero es que yo creo que solo el título... He cantado en Europa y América y sé que la gente escucha Carmina Burana y va; como marca es muy reconocible. Y luego está 'La Fura'... 'La Fura' llena. Así que, claro, si coges ambas cosas y las juntas... Por separado, estos dos fenómenos llenan siempre, pero juntarlos es un arreglo de la naturaleza que estaba escrito; se tenían que unir. Era algo natural que se encontraran, y de ahí el éxito que está teniendo. Esta producción tiene nueve o diez años, y en todo este tiempo ha estado rodando por todo el mundo y agotando entradas. Creo que es una unión que no deja a nadie indiferente.

Ahora que menciona al público? Este espectáculo está marcada como para mayores de 8 años, y, bueno, a priori puede sorprender. No obstante, Carlus Padrissa ha dicho en alguna ocasión que ésta es una obra perfecta para iniciarse en la ópera, pero también para adentrarse en el universo de 'La Fura'.

Absolutamente. Comparto su opinión. Es más, creo que debería ser para todos los públicos. No quiero hacer demagogia, pero te aseguro que cualquier telediario es mucho más hardcore que lo que hacemos nosotros. Ésta es una obra con una música de una calidad que no tengo que descubrir a nadie, con unos músicos y unos cantantes maravillosos, y con una puesta en escena, pues..., muy en la línea de 'La Fura' [Risas]. Pero, te digo una cosa: yo lo he visto como espectador, adulto, y hay momentos en los que da un poco de... Pero miras a los niños y es como si estuvieran en un parque de atracciones lírico-teatral, y es maravilloso. Se lo pasan pipa. Sufren más las señoras cuando me acerco durante la representación a robarles el bolso, pero, ¿los niños? Ellos están deseando que nos acerquemos. Todo es muy épico, sí, pero, por mi experiencia, sí: es para todos los públicos, y es una forma perfecta de iniciarse en la música clásica y el teatro, y en el universo de 'La Fura'.

Y, ya que usted lleva unos meses con 'La Fura', ¿cuáles son las características más significativas de ese universo particular?

Como espectador -que es lo que era hasta ahora-, pues lo que hemos hablado anteriormente: una propuesta atrevida, una lectura que va más alla... Eso es algo que yo ya sabía cuando entré, pero 'La Fura' me ha sorprendido gratísimamente también desde dentro. Son mega profesionales: una disciplina férrea, una busqueda milimétrica de la calidad de cada nota, de cada gesto, en el maquillaje... No hay nada la azar. Te permiten que propongas, que te sientas libre, pero todo lo que ocurre está preparado. Y el ambiente es buenísimo, pero muy profesional. Desde fuera uno ve a gente haciendo cosas increíbles, pero cuando estás dentro te das cuenta de que detrás de eso hay un trabajo muy profundo y muchas horas de ensayos.

De todas formas, me da la sensación de que, al menos en su caso, el esfuerzo merece la pena.

Sí. Estoy muy feliz de sentirme dentro de este proyecto, de La Fura dels Baus, y de aportar mi granito de arena con el fin de darle a la obra 'más verdad'; me gusta que el teatro sea de verdad, no lo entiendo de otra manera. Espero que en Murcia -donde he cantado mucha zarzuela, por cierto- guste. Y no te lo digo por cumplir, pero el público murciano siempre es muy agradecido, y sabe de música, así que no dudo de que se va a divertir.