«Las mujeres no van a llegar; ya están». Las palabras de la bioquímica y bióloga molecular española Margarita Salas -creadora de «la patente más rentable de España»: la proteína ADN polimerasa- sirven para resumir el concepto de Entre científicas, una exposición que desde este lunes puede visitarse en la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena y cuyo objetivo es romper con la idea de que en los laboratorios y espacios de investigación no hay -o no ha habido a lo largo de la historia- lugar para las mujeres.

«¡Siempre hemos estado! Es un problema de visibilidad; si no hay visibilidad parece que no existe, pero hemos estado siempre trabajando tanto en el ámbito de la ciencia como en el arte». Quien habla es Katarzyna Rogowicz, artista polaca -afincada en Murcia desde hace años- que se ha encargado de retratar a 34 mujeres cuyos nombres aparecen -o deberían aparecer-, por derecho propio y con letras doradas, en los libros de este campo. Hablamos, por ejemplo, de la alemana Christiane Nüsslein-Volhard, bióloga, que descubrió como intervienen los genes en el desarrollo de los organismos estudiando la mosca de la fruta. También de Elizabeth Blackburn, bioquímica australiana pionera en la investigación sobre las causas de nuestro envejecimiento, o de la química israelí Ada E. Yonath, descubridora de la estructura de los ribosomas.

Con idéntico formato, los retratos han sido realizados con plumilla y, sin excepción, en blanco y negro; una elección arriesgada pero mediante la cual la artista pretendía «expresar el máximo a través de la línea». Y es que Rogowicz no se ha limitado a 'caricaturizar' a estas mujeres: «Me pasaron la lista, me pasaron información sobre ellas, pero tuve que investigarlas una a una porque mi intención no era simplemente representar sus rostros, sino decir algo más. A mí me gusta mostrar lo invisible, aquello que puede transmitir o expresar una persona a través del rostro. Y no tuve mucho tiempo para pensarlo porque estos proyectos aparecen casi de la noche a la mañana y hay que afrontarlos con decisión, pero ésta es mi pasión, y cuando algo te gusta y te apasiona lo haces a gusto», apunta la artista, que reconoce haberse involucrado mucho en la vida -«no solo científica»- de mujeres como las ya mencionadas y otras, incluso de otros ámbitos, como la economista estadounidense Elinor Ostrom, primera mujer en recibir un Nobel en su categoría, o la psicóloga May Britt Moser, la descubridora del GPS del cerebro.

«Y, sin embargo -a pesar de que, efectivamente, son muchas las mujeres que han estado y están ahí, colaborando activamente en el desarrollo científico de nuestras sociedades-, aún no hay suficientes mujeres en la ciencia y, a menudo, su ausencia se hace notar en los estudios, así como en las profesiones relacionadas con las ciencias y la ingeniería y en sectores tecnológicos, especialmente el digital, con el que se relacionan buena parte de los empleos del futuro», apuntan desde la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia, responsable del proyecto.

Por eso, Entre científicas, enmarcada en el programa de cultura científica de la institución, trata de «hacer más visible el papel y la participación de las mujeres en la ciencia explotando la fuerza de las científicas role model (científicas ejemplo) como media para inspirar a un número mayor de jóvenes para que desarrollen su talento en los laboratorios de universidades, organismos de investigación y empresas». Y, para ello, han contado con Rogowicz, íntimamente ligada a la fundación después de haber dirigido varios talleres en la Semana de la Ciencia y la Tecnología, en La Noche de los Investigadores y, también, tras haber sido miembro del jurado en varias ediciones del concurso infantil 'Dibuja a un científico'. «Es que el arte es ciencia. Dibujar es aprender, descubrir infinidad de cosas. Creo que ahí hay un paralelismo, que tienen mucho que ver», afirma la autora de los retratos.

Katarzyna, artista polifacética -casualmente ahora centrada en el dibujo y, en concreto, en el retrato- recuerda en una charla con LA OPINIÓN la propuesta que le hizo Antonio González Valverde, director de la Fundación Séneca. «Ellos habían hecho la selección con 34 científicas de todo el mundo, y de todas las edades y de todos los campos, pero resultaba imposible reunir fotografías de todas ellas por cuestiones de derechos o porque, directamente, no había. Y me alegró un montón que me llamaran para hacerlo así porque es un ejemplo más de que el dibujo, como rama del arte, está tomando una fuerza, una importancia, que no ha tenido hasta ahora en el arte contemporáneo; y tiene un valor y una fuerza incalculable», asegura.

De hecho, para la artista, «el poder del arte, del dibujo, y de ver las cosas en imágenes, es mayor que el de la palabra escrita o hablada, que se puede 'perder' por el camino». No obstante, los organizadores de la muestra -que se puede solicitar a través de la Fundación Séneca para exhibir en institutos y universidades- no han renunciado a ofrecer, junto a los retratos de Rogowicz, algo de información acerca de estas mujeres, entre las que también se encuentran -por citar algún nombre más- la farmacéutica china Tu Youyou, que conjugó la tradición milenaria del país asiático y la ciencia moderna para combatir la malaria, y la italiana Fabiola Gianotti, primera mujer que dirige el CERN. En concreto, los dibujos se han instalado en una serie de paneles en los que se incluyen datos biográficos, citas e información sobre los estudios, descubrimientos y patentes de sus protagonistas; información que se puede completar a través de una página web bilingüe castellano-inglés (www.fseneca.es/entrecientificas/) que no sólo muestra en formato digital el contenido de la exposición, sino que ofrece multitud de recursos on line que la complementan.