Desde que se anunciara el pasado mes de diciembre, todos los involucrados lo han dicho en algún momento. «Él es, posiblemente, el murciano más universal»; y ayer, el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, no fue una excepción. Lo dicen con firmeza, pero sin la rotundidad que podrían suscitar las distancias cortas. Porque la Región, y Murcia, han proporcionado infinidad de personajes ilustres; de nombres dignos de aparecer en los libros de historia y recordar para la posteridad. Pero si hubo uno influyente ese fue el de José Moñino y Redondo (Murcia, 1728 - Sevilla, 1808), primer conde de Floridablanca.

Fiel intérprete del ideario de Carlos III, Moñino y Redondo tomó parte activa en la política de su tiempo y fue secretario de Estado entre 1777 y 1792, e incluso tras su destitución -y un periodo en prisión-, presidió la Junta Suprema Central en 1808. Así que «conocer su figura, su vida y su obra es una buena forma de hacer hoy, dos siglos y medio después, más Región y más España», insistió el jefe del Ejecutivo regional, que ejerció ayer de padrino durante la inauguración de Floridablanca. La sombra de un rey, una exposición de una magnitud a la altura del hombre al que se rinde tributo -hasta el 28 de abril- en el Almudí y Verónicas.

La muestra llega en el 290 aniversario de su nacimiento, y poco más de una década después de otra exposición que ilustró su vida en Murcia. Aquella (Floridablanca (1728-1808), la utopía reformadora), por el segundo centenario de su muerte, ocupó en 2008 el Centro Cultural Las Claras y la sala de exposiciones de San Esteban con cerca de 250 piezas; pero esta es incluso mayor. De hecho, se trata de una de las exposiciones más completas realizadas sobre el siglo XVIII español o el reinado de Carlos III. Las obras que la componen proceden de 54 prestatarios, entre ellos el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza, el Arqueológico Nacional o la Biblioteca Nacional de España, y ocupan 1.800 metros cuadrados.

Pero poco vale hablar de números sin que estos vayan acompañados de nombres. Porque sí, el conde es el absoluto protagonista de esta muestra, pero no hay que pasar por alto la presencia -por medio de sus pinturas- de artistas de la talla de Francisco de Goya, o del checo Anton Raphael Mengs. Ni las de los italianos Pompio Batoni y Giovanni Battista Tiepolo, y los españoles Mariano Salvador Maella y Francisco Bayeu.

La escultura también está representada en esta exposición con los bustos de Floridablanca y la monumental estatua ecuestre de Carlos III de la Real Academia, entre otras piezas. Y no faltan entre los muros de Verónicas y el Almudí las producciones de los talleres reales de piedras duras -un excepcional George Washington-, de relojería, de porcelana, etc., e incluso obras de artistas de patrocinio regio como el pianoforte realizado para la infanta de España, María Luisa de Borbón. Dibujos, estampas y libros sobre política, ciencia o literatura completan esta muestra que reúne obras procedentes de reales academias, museos, bibliotecas y archivos nacionales, que forman parte de Patrimonio Nacional y también de algunas de las colecciones privadas más importantes del país.

Para una mejor comprensión del recorrido histórico que propone la Comunidad, el Ayuntamiento de Murcia y Acción Cultural Española -«Un ejemplo de que la leal colaboración entre instituciones da siempre fruto y abre las puertas al éxito», dijo el presidente-, la mayoría de estas obras cuenta con una señalética explicativa compleja (ya sea con recursos gráficos o reproducciones informatizadas) que facilita su mejor conocimiento. Llaman especialmente la atención, en este sentido, el espectáculo digital del juramento de fidelidad a Fernando (VII) de Borbón como Príncipe de Asturias, las reproducciones holográficas de dos obras (Elefante y Megaterio) del Museo de Ciencias, así como la recreación del Salón Carlos III de la Aduana de Barcelona, y la decoración del salón dedicado a la guerra contra los ingleses.

Además, la muestra, comisariada por el catedrático de Historia del Arte Antiguo y Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid Isidro Bango, y dirigida por el catedrático de la Universidad de Murcia Javier Guillamón, se encuentra dividida en quince secciones, a saber: 1. De abogado a ministro de su majestad en Roma (1748 - 1777), 2. El conde de Floridablanca y la Corte, 3. La teoría política de un ilustrado, 4. Los españoles, 5. Conocimiento de la población y el territorio, 6. Hacienda, 7. La indumentaria y las leyes del lujo, 8. Ejército, 9. Asuntos Exteriores, 10. Industria, 11. Obras públicas, 12. La ciencia, 13. El comercio, 14. Educación y caridad y 15. Del ocaso a la gloria. En definitiva, una guía para poder conocer en profundidad -y poco a poco, en varias visitas- a un hombre capital en la historia, no solo de la Región, sino de España.

Por eso, durante su intervención el presidente invitó a todos a «disfrutar de este importantísimo evento», en referencia a la exposición, que permanecerá abierta en ambos espacios hasta el 28 de abril en horario de lunes a sábado (de diez de la mañana a dos y de cinco a nueve de la noche) y los domingos y festivos, de once a dos de la tarde. Se podrán realizar reservas para visitas guiadas en la página web www.expofloridablanca.es.